El Perú está en una época de bonanza económica y las empresas lo han aprovechado, se han ‘subido a la ola’. Sin embargo, para Francisco Acedo, profesor titular de la Universidad de Sevilla, la marca Perú está reconocida solamente en ámbitos ligados a los recursos naturales.
“No existe una gran percepción de que sea una sociedad capaz de hacer grandes innovaciones, una sociedad capaz de incorporarse en todos los avances de I+D (investigación y desarrollo) que hoy en día están dirigiendo el mundo”, opinó el catedrático, quien llegó a Lima por invitación de la Universidad del Pacífico.
Según Acedo, lo que falta es que las empresas den valor agregado a su producción, así se genera riqueza para ellas, el consumidor y además se fortalecería la imagen del país como conjunto.
A raíz de ello surge un peligro potencial, afirmó el experto. Esto se debe a hace más vulnerables a las firmas, si es que no se han diversificado al momento en que se acabe la bonanza.
Las empresas familiares peruanas
Este tipo de empresas es un caso muy particular. El especialista sostuvo que, en el caso peruano, lo que se ve es que a las firmas familiares les falta es profesionalización.
“Se beneficiarían de forma bastante significativa si pudiesen mejorar en sus conocimientos y capacidades a la hora de desarrollar el negocio. Para crecer hay que formarse y para formarse hay que tener esa mentalidad y necesidad de querer ser grande”, apuntó.
También destacó que se debe olvidar de la idea de negocio doméstico tradicional, en el que se va haciendo las cosas conforme van apareciendo los inconvenientes. En esencia, estos negocios deben manejarse correctamente, con planificación, análisis del entorno y sobre todo de fortalezas y debilidades.
De otro lado, Acedo resaltó que las empresas familiares son reacias a financiarse mediante acciones o a buscar gerentes profesionales, pues temen perder el control de su firma. Esta característica debe ser tomada en cuenta por los organismos públicos.
Finalmente, las empresas deben ser capaces de aprovechar las oportunidades que les brinda la ‘ola’ de la bonanza. El momento es muy bueno y hay bastante potencial para que las empresas familiares crezcan en el Perú.
“Las empresas tienen que ser creativos, tienen que aportar e innovar, volver a ser emprendedores. Esto no es sólo crear la empresa, sino acometer nuevas actividades que le permitan desarrollarse y este es el momento. Ahora están las oportunidades y si no lo hacen, después lo más probable es que se arrepientan”, recomendó.