Tokio (AP).- Nissan Motor Co. comprará el 34% de Mitsubishi Motors Corp., en una operación que el director ejecutivo de Nissan, Carlos Ghosn, describió como un acuerdo en el que todos salen ganando y que pretende repetir el éxito de su alianza Nissan-Renault.
Ghosn compareció junto al presidente de Mitsubishi Motors, Osamu Masuko, en una rueda de prensa convocada de forma apresurada en Yokohama, donde tiene su sede Nissan.
Nissan invertirá 237.000 millones de yenes (US$ 2,200 millones) para convertirse en el principal inversor de Mitsubishi Motors, dijo el ejecutivo.
Las empresas del grupo Mitsubishi —Mitsubishi Heavy Industries, la firma comercial Mitsubishi Corp. y el Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ— seguirán teniendo participación en la automotriz, aunque han aceptado respaldar la alianza con Nissan, indicaron ambas partes.
Mitsubishi se ha visto afectada por un escándalo de falsificación en pruebas de kilometraje para inflar su rendimiento en modelos pequeños. Y los periodistas bombardearon a Ghosn a preguntas a sobre si le preocupaba que el escándalo pueda ir a más.
“Ésta es una transición histórica y en la que todos ganan para Nissan y Mitsubishi Motors. Crea una nueva fuerza dinámica en la industria automotriz que cooperará de forma intensiva y generará sinergias considerables”, dijo Ghosn, francés nacido en Brasil y que gestionó la alianza de Nissan con Renault, iniciada en 1999.
Añadir a Mitsubishi será una ventaja para compartir plataformas, compras y tecnología y Nissan se beneficiará de su fuerza en el sureste asiático, dijo el directivo. Ghosn dijo tener una buena relación con Masuko basada en la confianza.
Las automotrices mantendrán sus marcas y concesionarios separados, indicaron los ejecutivos.
Según el acuerdo, Nissan comprará 506.6 millones de nuevas acciones de Mitsubishi Motors por 468,52 yenes cada acción. El acuerdo aún está pendiente de su firma oficial, así como a la aprobación de reguladores y accionistas, pero se espera concluir el proceso a final de año.
Masuko se disculpó por el escándalo, pero celebró la alianza con Nissan.
La automotriz con sede en Tokio, que fabrica la camioneta deportiva Outlander y el vehículo eléctrico i-MiEV, reconoció el mes pasado que había falsificado sistemáticamente los datos de kilometraje en su furgoneta eK y su automóvil eK Space, producidos para Nissan bajo los nombres de Nissan Dayz y Dayz Roox.
Es habitual que un fabricante venda bajo su marca un producto hecho por otra compañía.
El escándalo más reciente estalló después de que Nissan efectuara sus propias pruebas de kilometraje y planteara sus dudas. Nissan no tiene mini vehículos en su catálogo, e incorporar a Mitsubishi solucionaría esta carencia.
Pero Nissan, que fabrica el subcompacto March, los modelos de lujo Infiniti y el automóvil eléctrico Leaf, enfrentaría un difícil desafío para reparar la golpeada reputación de Mitsubishi y recuperar la confianza de los consumidores.
A principios de la década de 2000, Mitsubishi reveló un impactante escándalo que involucraba el encubrimiento de defectos como frenos que fallaban, embragues defectuosos y tanques de combustible propensos a desprenderse, que se remontaban a la década de 1970. Esto provocó el retiro retroactivo de más de un millón de vehículos.
En el actual escándalo del kilometraje, Mitsubishi dijo que la manipulación se remonta 25 años, y podría involucrar a todos sus modelos, incluidos los que ya no se fabrican.
Ghosn ha salvado a una Nissan que estuvo al borde de la bancarrota, recortando gastos de forma más eficiente, si no brutal, que el estilo tradicional japonés de dirección, más caracterizado por decisiones cautas tomadas en armonía por un comité y con responsabilidades poco definidas.
Nissan informó de una caída del 40% en los beneficios entre enero y marzo, a 71.000 millones de yenes (US$ 651 millones), ante un descenso en las ventas y ventajas de divisas. Las ventas del trimestre cayeron un 1,2% a 3,25 billones de yenes (29.800 millones de dólares).
Para el año fiscal, los beneficios de Nissan subieron un 15% a 523.800 millones de yenes (US$ 4,800 millones) y Nissan dio una previsión de 525.000 millones de yenes (US$ 4,800 millones) para el año fiscal hasta el marzo de 2017.
La debilidad del yen favoreció a exportadores como Nissan, pero la moneda se ha fortalecido en los últimos meses.