Río de Janeiro (Reuters).- La policía brasileña lanzó hoy una nueva operación en la investigación del caso Lava Jato que tiene como blanco al el empresario Eike Batista, sospechoso de haber pagado un soborno de US$ 16.5 millones al ex gobernador Sérgio Cabral.
Sin embargo, Batista no fue hallado en un allanamiento en su casa de Río de Janeiro y la policía sospecha que voló a Nueva York el martes por la noche con un pasaporte alemán.
Un abogado del empresario dijo a la Policía Federal que Batista pretende entregarse. Pero si no establece contacto con las autoridades en el “cortísimo plazo”, será considerado como prófugo, según un delegado del cuerpo policial.
“No se puede afirmar categóricamente que hubo una intención de fuga”, comentó el delegado Tacio Muzzi, de la Policía Federal, en una conferencia de prensa.
“La Policía Federal está en pleno contacto con la Interpol para saber si llegó realmente a Nueva York, hay información de que pudo haber salido con pasaporte alemán”, agregó Muzzi.
La orden de prisión para Batista fue expedida por la Justicia Federal como parte de la operación Eficiencia, que investiga un esquema de corrupción liderado por el ex gobernador Sérgio Cabral, que habría ocultado cerca de US$ 100 millones en el exterior, según las investigaciones.
La justicia también emitió una orden de prisión para Cabral, que ya está preso desde noviembre del 2016 en el marco de la operación Lava Jato (Lavado de Auto).
Fiscales del Ministerio Público Federal dijeron que investigan el pago de US$ 16.5 millones por parte de Batista a Cabral usando una cuenta bancaria en Panamá. La transacción habría sido realizada en el 2011 utilizando un contrato fachada de una empresa de Batista para la compra y venta de una mina de oro.
“En forma sofisticada y reiterada, Eike Batista utiliza la simulación de negocios jurídicos para el pago y posterior ocultamiento de valores ilícitos, lo que prueba la necesidad de su prisión para la garantía del orden público”, dijeron los fiscales responsables de la investigación.
El otrora hombre más rico de Brasil, que tuvo una fortuna calculada en cerca de US$ 35,000 millones hace menos de cinco años, fue golpeado con fuerza por la caída de las materias primas en Brasil tras una bonanza de diez años, lo que llevó al colapso de su Grupo EBX, un conglomerado de empresas de minería, energía, astilleros y logística.
El escándalo “Lava Jato” se ha centrado en la relación entre miembros del ex gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y algunos de los empresarios más prominentes de Brasil por contratos con la petrolera Petrobras y otras empresas estatales.
La investigación ha minado la confianza de los inversores en las empresas brasileñas, justo en momentos en que el país atraviesa por la peor y más larga recesión de su historia.