(Bloomberg).- Hershey, Pensilvania, huele a chocolate. El alumbrado público tiene forma de Hershey Kisses, y las calles llevan nombres como Cocoa Avenue.
Es por eso que resulta algo extraño que Hershey Co., el emblemático y dulce gigante de 122 años, cuyos ingresos anuales crecieron a más de US$ 7,000 millones con la venta de chocolate con mantequilla de maní, chocolate con almendras o simplemente chocolate, pueda apostar buena parte de su futuro a un snack que no es chocolate, Hershey Beef Jerky.
En momentos en que se considera que el azúcar atenta contra la salud y los estadounidenses reducen el consumo de dulces y se inclinan por yogur griego y barras de proteínas, Hershey experimentó una caída de las ventas en 2015 por primera vez en más de 10 años. A los efectos de contribuir a revertir la situación, la compañía apuesta ahora al creciente consumo de carne deshidratada.
“Si la etiqueta dice que contiene proteínas, los consumidores lo comprarán”, dijo Carl Jorgensen, director de estrategia para el bienestar de Daymon Worldwide, una firma de marketing minorista de Stamford, Connecticut. “Es algo que Hershey tiene que hacer”.
Los estadounidenses, en especial los millennials, consumen más snacks que nunca, dado que mastican todo el día en lugar de sentarse y hacer tres comidas completas. Hershey quiere aprovechar esa tendencia.
La compañía lanzará barras con bayas acai, mezclas de frutos secos con pequeños trozos de tarteletas de chocolate y mantequilla de maní de Reese’s, almendras con jalapeño y semillas de calabaza bañadas en proteína.
El objetivo es obtener ingresos de US$ 2,00 millones en snacks para crecer a pesar de la declinación del consumo de chocolate, y que un cuarto de esa cantidad proceda de jerky y otros productos cárnicos.
Snacks de carne
Hershey inició su alejamiento del chocolate a principios de 2015, cuando compró Krave Pure Foods, una productora de snacks cárnicos premium con ventas de alrededor de US$35 millones. Krave, con sede en la zona vitivinícola de California, puso a Hershey en el sector de rápido crecimiento de snacks de carne y le dio a la compañía acceso a clientes de Whole Foods. Hershey ha dicho que Krave podría ser una marca de US$ 500 millones.
Las ventas de snacks cárnicos han experimentado un fuerte aumento en los últimos años al cambiar su imagen de un bocado salado y excesivamente procesado, del tipo que se compra en las gasolineras, y convertirse en un snack bajo en carbohidratos y rico en proteínas. Hershey ha más que duplicado las ventas de Krave y planea lanzar una línea de barras de carne más avanzado el año.
“En momentos en que los consumidores hacen menos comidas tradicionales y comen más snacks, buscan fuentes de proteína”, dijo Michele Buck, presidenta de Hershey para América del Norte. “Las cosas van y vienen, pero las proteínas llegaron para quedarse”.
El desplazamiento de Hershey hacia los snacks se produce en momentos en que se ha estancado el consumo de chocolate en los Estados Unidos. El crecimiento ha procedido de precios más altos, no de un mayor consumo de chocolate, según datos de IRI, una firma de análisis de mercado con sede en Chicago.