Por Pedro José Crespo

Durante varios años, Eric Jurgensen, gerente general y director de programación de América Televisión, separaba un espacio en su agenda los lunes por la mañana para motivar a sus colaboradores con alguna reflexión que les compartía por e-mail, con el fin de que el mensaje los ayudara a ser mejores personas y profesionales. El resultado fue un libro publicado hace un año y titulado como “Almápsulas”.

No obstante a esa característica espiritual de este broadcaster boliviano, su estilo de liderar el canal parece ser, más bien, agresivo. Si no, de qué otra forma se podría explicar que haya recibido una empresa con un déficit patrimonial de al menos US$ 80 millones y hoy esté bordeando los US$ 90 millones en positivo.

La historia desde el inicio
El canal pasó a estar bajo la lupa del Indecopi en el 2003, lo que obligó a que la junta de acreedores, formada, en ese momento, por el grupo Santo Domingo, El Comercio y La República, hiciera una búsqueda internacional a través de la head hunter Amrop, tratando de hallar a un ejecutivo que pudiera sacar adelante un plan de reestructuración que posibilitara pagar todas las deudas de la empresa antes del 2020.

Jurgensen pasó las entrevistas con cada uno de los tres acreedores y fue el elegido.
“La buena noticia fue que logramos que todas las deudas se paguen y que el patrimonio se vuelva a positivo a diciembre del 2011, nueve años antes del deadline”, dice el ejecutivo, orgulloso.

“Solo en mi primer año de gestión, las ventas de publicidad fueron de S/. 90 millones y hoy estamos terminando el 2014 con S/. 430 millones”, explica.

Jurgensen revela que las acciones decisivas para este envidiable resultado fueron dos: convocar a un equipo de nuevos líderes en cargos estratégicos, como la parte comercial y periodística, y estructurar una buena programación, que él mismo lidera desde su elección a llevar la dirección de programación.

“En toda empresa televisiva donde he trabajado, siempre me he encargado de la programación porque es un cargo estratégico que no se aprende en una universidad y que me gusta porque soy un gerente general que anda con la camisa remangada y que le gusta estar al tanto de todo”, comenta.

El CEO de América TV remarca que programar es un acto de sensibilidad, de conocer a los artistas, de entender el poder de los guiones, de oler el posible éxito de un contenido y sus resultados parecen demostrar que esa agudeza no le falla.

En una coyuntura país recuperada, donde la torta publicitaria ha crecido hasta los US$ 400 millones –aunque debería crecer aún más hasta los US$ 600 millones, según calcula–, América Televisión tiene el 40% del pie publicitario, además del 38% en el share de audiencia. “Nosotros empezamos a liderar en audiencia desde octubre del 2003 y no hemos perdido ese liderazgo en los 12 años que ya he pasado aquí”, revela.

“Todo esto confirma que la estructura de programación es muy sólida, que apostamos y ganamos por el contenido que producimos y que conocemos muy bien al público peruano”, agrega.

Producción nacional
Es por eso que el CEO es consciente de que su producción nacional deberá seguir creciendo en los próximos años y lo asume como un reto propio, autodenominándose no solo como parte de una empresa televisiva, sino como una verdadera empresa generadora de contenidos, sobre todo en una coyuntura en la que la penetración del cable convierte a la televisión extranjera en un competidor frontal.

En este desafío, y como bien aclara sin ninguna jerarquía de importancia, sus aliados estratégicos, como GV Producciones, Michelle Alexander, ProTV y los Pinasco, han sido protagonistas fundamentales en el éxito de sus contenidos.

Además, Jurgensen también apunta a que todo este contenido lidere en las multiplataformas digitales a través América tvGO, que hasta el momento ha tenido cerca de 450.000 downloads a través de los sistemas Android y iOS, y para smartphones, tabletas y PC.

Pero, de todos esos desafíos y resultados, hay uno que se viene cocinando a fuego lento y es la inversión aún no detallada que hará América Televisión en los 54.000 m2 de terreno en Pachacámac, que, según comenta, ya está en proceso de licitación y que hará que el canal nuevamente lidere.

Pero esta vez, como la primera empresa televisiva con un estudio pensado y concebido para ser un megacentro de producciones de categoría internacional.