Bruselas (Reuters).- Once firmas que han demandado a Google instaron a los reguladores antimonopolio de la Unión Europea a acusar formalmente al buscador número uno del mundo de prácticas anticompetitivas, en lugar de intentar cerrar un acuerdo verbalmente.
La Comisión Europea está examinando ahora las propuestas aportadas por Google en enero, con las que pretende poner fin a una investigación de dos años y evitar una posible multa que podría llegar a los 5,000 millones de dólares o un 10 por ciento de los ingresos de la compañía en 2012.
Ni la Comisión ni Google, que tiene una participación de más del 80% del mercado europeo, han proporcionado detalles de la oferta, que llegó después de que más de una docena de compañías, entre ellas Microsoft, la acusaran de usar su dominio del mercado para bloquear a los competidores.
Los reguladores de la UE dijeron que Google podría haber violado las normas antimonopolio al favorecer sus propios servicios frente a los de sus rivales, copiando las críticas de viajes y restaurantes de sitios de la competencia sin su permiso, y poniendo restricciones a los anunciantes que usan sus servicios.
Entre las compañías que dijeron que no estaban convencidas con la propuesta de Google figuraban el sitio británico de comparativas de precios Foundem, los sitios de viajes online Expedia y Tripadvisor, dos firmas de mapas online y dos organismos comerciales que representan a editoriales alemanas.
“El comportamiento de Google en el pasado sugiere que es poco probable que la compañía ofrezca voluntariamente remedios eficaces si no se la acusa formalmente de haber cometido una infracción”, escribió el grupo en una carta al comisario de Competencia, Joaquín Almunia.
“Dada esta situación, y el hecho de que Google ha aprovechado cada retraso para atrincherarse, extender y escalar sus actividades anticompetitivas, instamos a la Comisión a expedir el comunicado de objeciones”, dijo.
El comunicado de objeciones es un documento en el que la autoridad de competencia de la UE expresa las preocupaciones que las compañías han de abordar. Esta acción, que tarda años en completarse, podría derivar en una multa importante, además de una orden para frenar las prácticas anticompetitivas.
Ni Google ni la Comisión respondieron a los correos electrónicos para que realizaran comentarios.
Personas familiarizadas con el asunto dijeron previamente a Reuters que Google, dentro del acuerdo, había ofrecido etiquetar sus propios servicios en los resultados de búsqueda para diferenciarlos de sus servicios rivales, y también imponer menos restricciones a los anunciantes.
La Comisión de Comercio de Estados Unidos puso fin en enero a su propia investigación sobre las prácticas empresariales de Google sin ninguna acción significativa, dando a Google una gran victoria.