La casa de la familia Augusto en Piura cedió, desde el 2001 y por los siguientes 10 años, un espacio a Cricket’s Market, la primera tienda propia de Industrias Agrícolas, cuyo portafolio hasta ese momento se limitaba a chifles y otras frituras.
Más adelante comercializaron maní, pasas y habas, y ahora el plan es convertir la firma en una marca de productos regionales, que van desde la miel de algarrobina y el tamarindo azucarado típico de Piura hasta cecina de la selva y demás bocadillos.
“Cricket’s nació en 1993 para darle un valor agregado a la plantación de 45 hectáreas de plátanos que tenía mi padre camino a Chiclayo. Empezamos vendiendo en el supermercado de esa época y luego abrimos la tienda en mi casa, que fue icónica para los piuranos. Hoy tenemos seis”, detalla Ricardo Augusto, gerente general de Industrias Agrícolas desde Piura, donde tiene tres locales y, por un acuerdo con Aeropuertos del Perú (ADP), maneja otras tres en Trujillo, Chiclayo e Iquitos.
Antes de terminar el año, abrirá dos tiendas más fuera de los aeropuertos, cuya inversión bordea los US$ 10 mil en cada instalación. Trujillo, Chiclayo, Talara y Lima son sus principales objetivos, aunque su mayor canal de distribución en la capital son los supermercados. De hecho, desde hace cinco años mantiene un almacén en Chorrillos.
Expansión
Si bien los chifles son casi sinónimo de Cricket’s – nombre que surgió como un juego de palabras por el crujir del producto –, estos representan, con una producción de 8 mil kilos al mes, solo el 40% de los ingresos de la empresa, mientras que los productos regionales ya concentran el 20%.
Con todo, hay nuevos planes para los tradicionales snacks. Además de innovar en sabores (chifles con sabor a ajo, queso, leche de tigre, etc.), Augusto adelanta que está negociando una alianza con una compañía de un país vecino para la producción de otra marca de chifles, que sería destinada a la exportación. Y en el mediano plazo espera lanzar una nueva marca propia de chifles para el mercado local con precios más bajos.
Ver para comer
El envase de los chifles Cricket’s ha ido variando en las últimas dos décadas. Iniciaron con la típica bolsa transparente con impresión externa, hasta que hace unos diez años optaron por cambiar a la bolsa metalizada que utilizan las grandes compañías de snacks.
Sorprendentemente, sus ventas cayeron de manera drástica. Tras un estudio descubrieron que el público peruano prefiere los chifles en las bolsas de plástico transparente, pues da la impresión de un producto fresco y artesanal. Así lo venden ahora.