(Reuters) El Complejo Metalúrgico La Oroya, paralizado desde hace años por millonarias deudas y no cumplir reglas ambientales, será ofrecido en subasta internacional durante el primer trimestre del próximo año, informó el representante de la liquidadora Dirige, Pablo Peschiera.
Afirmó que espera presentar el 11 de octubre el plan de venta a la junta de acreedores del complejo, que puede procesar cobre, zinc y plomo.
“Es difícil poder asegurar que las dos unidades (el complejo metalúrgico y su mina de cobre Cobriza) van a ser rematadas al mismo tiempo”, declaró a Reuters.
“Vamos a presentarlo de manera conjunta hasta que la junta de acreedores permita una venta por separado”, agregó.
El complejo fue controlado en la década pasada por Doe Run Peru, una filial del estadounidense Renco Group, y ahora es administrado por una junta de acreedores conformada por el Gobierno, los trabajadores y un grupo de empresas fiadoras.
La fundición fue cerrada en el 2009 cuando Doe Run Perú se quedó sin dinero para operar y completar la modernización de la planta metalúrgica que fue construida hace casi un siglo.
Actualmente solo opera la mina Cobriza y una “pequeña” parte del complejo que refina zinc para la brasileña Votorantim.
Peschiera dijo que la subasta del complejo y la mina Cobriza podría recaudar al menos US$ 100 millones y el nuevo dueño tendría que invertir aproximadamente US$ 700 millones para completar la modernización del circuito de cobre.
“Hay una serie de interesados y estamos recibiendo nuevas muestras de interés continuamente”, afirmó y se excusó de revelar los nombres por un acuerdo de confidencialidad.
El represente de los trabajadores en la junta, Luis Castillo, señaló a Reuters que son nueve los inversionistas interesados aunque sólo identificó a uno: la china Creenovo, una unidad de la firma Eetac, “que ya se reunió con el sindicato”.
El presidente Pedro Pablo Kuczynski ha manifestado su interés en reactivar La Oroya y hasta ha viajado a China en busca de inversionistas para instalar fundiciones y darle valor agregado a los minerales del país.
Huelga a la vista
En tanto, el sindicato de trabajadores de La Oroya y la mina Cobriza ha anunciado una huelga indefinida desde el martes para exigir se acelere la venta del complejo, reanudar su operación y para que no se considere el despido de obreros.
Actualmente poco mas de 900 trabajan en la mina Cobriza y en el circuito de zinc. Otros 1,270 tienen vínculo laboral con la compañía, pero no reciben salario mientras esperan la venta.
“Lo que vamos a hacer es informales a los trabajadores las consecuencias de la huelga indefinida, de cómo impactaría a la empresa, al proceso de venta”, dijo Peschiera al respecto.
Añadió que para que la venta tenga mayor atractivo se ha pedido al Gobierno cambiar su regulación ambiental, ahora más exigente que países como Canadá, Brasil, Costa Rica y Chile “reconocidos por cuidar en medio ambiente y sus poblaciones”.
“El mercado tiene la palabra, nosotros saldremos en las condiciones que exista en ese momento (para la venta en el primer trimestre del 2017) y esperamos que para entonces ya se haya conseguido estos cambios” ambientales, afirmó Peschiera.