(Bloomberg) Cemex dijo que no ayudará al presidente estadounidense, Donald Trump, a construir un muro a lo largo de la frontera con México, poniendo fin a la especulación de que el gigante del cemento podría verse tentado a arriesgarse a una posible reacción negativa en su país de origen.
“Cemex no participará en el proyecto”, dijo Rogelio Zambrano en una asamblea de accionistas en Monterrey el jueves. Agregó que la empresa seguirá fortaleciendo sus cimientos para ser más competitiva y recuperar el grado de inversión.
El fabricante de cemento no apareció en una base de datos de Estados Unidos con los proveedores potenciales del muro fronterizo planeado, pero aún no había dado una señal clara de si participaría o no en el proyecto.
Cemex tiene plantas en ambos lados de la frontera y su potencial para ser uno de los mayores beneficiarios del proyecto había sido visto por analistas en Barclays y otros investigadores como un resultado irónico del intento de Trump de bloquear a los inmigrantes mexicanos indocumentados.
No obstante la empresa podría beneficiarse de un aumento general en el uso de cemento, que ayudaría a todos los proveedores de manera indirecta. Cemex prevé que la demanda crezca entre 4% y 6% en obras públicas, incluyendo la iniciativa para mejorar las vías de comunicación terrestres, el plan de infraestructura de US$1 billón de Trump y el muro fronterizo.