A partir del 23 de febrero y luego de 61 años inmerso en el mercado de las hamburguesas, la cadena de comida rápida Burger King incursionará en Estados Unidos en un rubro donde su competencia McDonald’s fracasó y son los hot dogs.

Un mercado enorme y bastante conveniente si se toma en cuenta que en ese país se consumen más de 20,000 millones de hot dogs al año.

Según el diario El País, el reto de la compañía será grande ya que debe ofrecer un producto simple y que no se desvíe mucho de la imagen de la marca.

El precio de la versión clásica, que lleva salsa, cebolla, mostaza y ketchup, será de US$ 1.99, mientras que el con chile y queso se eleva a US$ 2.29.

Alex Macedo, presidente de Burger King, espera que este nuevo menú se convierta en el “Whopper de los hot dogs”.

El ejecutivo también indicó que la cadena lleva haciendo pruebas con esta comida desde hace 18 meses en cinco ciudades, Salt Lake City, Memphis, Baltimore, Detroit y Kansas City.

Además, explicó que trataron de mantenerlo todo este tiempo al margen de mercado como el de Nueva York o Chicago para sorprender al público. Pero esta flexibilidad no es casual.

A diferencia de las hamburguesas, cada Estado tiene una forma particular de hacer los hot dogs y cada ciudad cree que el suyo es el mejor.

Según Macedo, este cambio es el mayor que ha hecho la empresa desde 1979 cuando la firma controlada por 3G Capital, el cual es dueña también del conglomerado Kraft Heinz, incorporó el pollo en su menú.

“La introducción de los hot dogs en el menú de Burger King no debería ser complicada, porque ya cuenta con las parrillas para hacer las hamburguesas. Además, sus restaurantes disponen de básicamente todos los ingredientes necesarios para condimentarlos”, explicó.