Si bien la industria vitivinícola de Bernardo Roca Rey ya se encuentra en el mercado con su primer exponente, el pisco Larroca Pisco, el actual presidente de Apega y dueño de la bodega, que lleva su apellido, nos comenta que desde hace años tenía pensado lanzar su propia línea de vinos.
“No quería morir sin dejar una etiqueta con mi nombre, algunas personas que pensamos mucho en la parte de la gastronomía peruana queremos dejar una marca, y yo quería mi vino”, confiesa.
Para llevar a cabo esta aventura, Roca Rey decidió investigar las distintas uvas vitis vinífera que han crecido en suelo peruano y que hoy en día han sido olvidadas o tienen poco reconocimiento.
“El Inca Garcilazo dice que en Cusco se vinificó por primera vez en América, pero también dice que la uva venía de Cotahuasi, y fue justo uno de los lugares en los que busqué y hallé la uva Luna negra”, comenta. “Esta cepa ha sido trasplantada a los andenes huarcas de Lunahuaná y ya está produciendo”, agrega.
El recorrido no fue tan simple, “las plantas están cumpliendo su cuarto año y por eso por fin puedo vinificar, pero traerlas a Lunahuaná, comprar las tierras y ponerlas en condiciones, ha tomado muchos años”.
Además de haber plantado las cepas de luna negra en las laderas huarcas de Lunahuaná, Roca Rey cuenta que también lo ha hecho en el desierto de Paracas, para lograr dos tipos diferentes de vino de la misma uva, uno tinto y otro rosé, respectivamente. También desea lanzar un vino blanco seco de Moscatel de Alejandría.
Para producir estos vinos la bodega cuenta con la asesoría de un enólogo extranjero, además del trabajo de las enólogas peruanas Lili Monasterio, encargada de la elaboración de los vinos, y Cristina Vallarino, quien ve los maridajes convenientes.
Se espera que las primeras botellas de vino que saldrán al mercado sean las del blanco de moscatel de alejandría con un tiraje de 2,500 ejemplares en marzo, 4,000 del rosé en abril, a finales de año unas 10,000 de vino tinto joven y el próximo año podremos disfrutar de otras 10,000 del vino tinto reserva.
La cantidad de botellas es limitada, ya que Roca Rey confiesa que sus productos serán exclusivos para maridar con comida peruana. “Estos vinos solo los podrás ver en cinco restaurantes diferentes, para que puedan tener sus propias etiquetas”, finaliza.