Reclutar a los mejores talentos solo representa un 50% de todos los esfuerzos que deberían hacerse, porque también hay que fomentar un ambiente en el que los empleados puedan prosperar y crecer. Aquí algunos consejos para lograrlo:
La contratación
La contratación es un proceso continuo, no una búsqueda puntual. En ese sentido, es clave evitar que las personas estén sentenciadas a puestos específicos. Los colaboradores tienen que observar oportunidades de movilidad dentro de la empresa para que se sientan motivados a quedarse. El enfoque es pensar en la trayectoria profesional de cada persona y, en consecuencia, permitirle adaptarse a nuevas responsabilidades para que sea consciente de que también tiene oportunidades en otras posiciones.
Fomente el pensamiento empresarial
La organización tiene que propiciar que cada uno de sus empleados piense como empresario. Llegar al punto en que el colaborador se sienta cómodo con pedir perdón, no permiso. Este esquema apunta a que todo el equipo se beneficie de la sinergia, porque eso es mayor a la suma de las partes individuales.
Recuerde que su gente es su negocio
Los reclutadores tienen que poner su máximo esfuerzo en lograr contrataciones fantásticas. Para Brett Lewis, fundador de Skillbridge, “la contratación es la cosa más importante que puede hacer una empresa en cualquier etapa de vida”. Y es que “la gente talentosa versus la gente que no lo es marca la diferencia entre el éxito y la mediocridad”.
Predique con el ejemplo
Tenga lo siguiente muy en cuenta: Como líder de la empresa, la gente se alimenta de lo que hace, así que la cultura empieza por usted. Es decir, si llega temprano, si muestra la suficiente dedicación a todos los proyectos, si deja en evidencia su pasión por la empresa, por las metas y expectativas, entonces todos los demás van a buscar estar alineados con ese enfoque. Un buen líder es aquel que da mucho, pero también alguien de quien se puede esperar mucho a cambio.
El carácter cuenta
Los candidatos a ocupar un puesto en su empresa no solo deben cumplir con ciertos requisitos a nivel académico, sino también deberían contar con determinas habilidades blandas. Contrate a gente que sepa comunicarse, que transmita optimismo aún en situaciones complicadas, que sea auténtica y que le preste atención a cada detalle. El carácter también es importante.
No le tema a la flexibilidad
Las empresas conservadoras o tradicionales no atraerán jamás a las personas creativas e innovadoras. Anime a los miembros de su equipo tomar posesión de las cosas que hacen, sienta entusiasmo si sus colaboradores dejan fluir su creatividad e intente no poner reparos cuando le hablen de flexibilidad. Recuerde que un empleado feliz es un empleado productivo.
Preocúpese en la cultura de la empresa
Si bien es, en gran medida, responsabilidad del director general establecer y cultivar la cultura de la empresa, ésta es una tarea de nunca acabar. Este elemento no puede ser subestimado o descuidado. Si constantemente se dedica a este aspecto tanto como lo hace con cualquier otro ámbito de su negocio, usted tendrá una oficina eficiente llena de gente feliz.