Tomado de Wall Street Journal
Le fue excelente en la entrevista, su currículum encaja -aparentemente- en el perfil buscado, pero al final, no consiguió el empleo. Quizá jamás sepa los verdaderos motivos.
Es un enigma doloroso del proceso de búsqueda de trabajo: los candidatos rechazados quieren comprender por qué no fueron contratados, pero los empleadores, por temor a quejas de discriminación pueden mantenerse en silencio. Y aquellos que dicen algo ofrecen poco más que las frases típicas.
Sin datos concretos, los aspirantes quedan posicionados para repetir los mismos errores, mientras que los gerentes de contratación se quejan de que abundan los postulantes que no alcanzan el nivel deseado.
Providge Consulting, una firma de consultoría con sede en Delaware, tiene una política de mantener a los candidatos notificados sobre cada paso del proceso de contratación y los califica según una a serie de criterios para que sus decisiones sean lo más objetivas posible.
Pero cuando los motivos del rechazo no se pueden reducir a medidas más precisas como la experiencia o la educación, los gerentes de Recursos Humanos “intentan minimizar esas conversaciones”, apuntó Tara Teaford, directora de operaciones. Eso podría significar ofrecer una respuesta vaga, añadiendo que la empresa se pondrá en contacto con el postulante si surgen puestos adecuados en el futuro.
Amelia Merrill, de Risk Management Solutions Inc, espera que sus reclutadores llamen a los finalistas para informarles que no fueron contratados, ofreciendo a estos postulantes una oportunidad pedir más información.
En raras ocasiones, añadió, un candidato rechazado discutirá con el reclutador o insistirá en que él o ella era la persona indicada para el puesto.
“Si quieres un mercado laboral eficiente, tienes que lograr que la gente comprenda dónde pueden hacer mejor uso de sus aptitudes”, concluye Elli Sharef, cofundadora de HireArt, un sitio web que conecta a personas en busca de trabajo con empresas.