Terminar la universidad, conseguir un trabajo antes o después de egresado, mantenerlo, ascender, cambiar o permanecer en un rubro laboral: todo forma parte de un proceso que llamamos carrera profesional. Para Lucas Reaño, gerente de programas institucionales de LHH-DBM Perú, “cada uno de nosotros tiene que convertirse en el piloto de ese destino laboral. Debemos ir a donde queremos ir, no caer en nuestra vida laboral”.
¿Es posible administrar una carrera en tiempos en los que la retención de talento y las brechas generacionales parecen ser las mayores preocupaciones? Reaño asegura que sí lo es y que, además, se vuelve una necesidad de nuestra época, para lo que dio cinco pasos a seguir.
1. Autoevaluarse
“Conocernos permite vendernos con mucha más seguridad. Si no nos conocemos, difícilmente podemos vender en el mercado”. Reaño señala que lo primero para iniciar la administración de nuestra carrera es conocer los puntos fuertes y débiles de nuestros servicios, así como de nuestra conducta y desempeño laboral.
2. Planeamiento estratégico personal
Las personas, los ejecutivos hablan mucho de planeamiento estratégico de la empresa, pero nadie se preocupa de cómo aplicarlo a nuestra vida laboral. Así, Reaño explica que el segundo paso es fijar metas y objetivos, de manera que los trabajos o rubros en los que trabajemos no sean una cuestión de suerte a lo largo de nuestra carrera.
3. Alinear objetivos personales y profesionales
Si lo que busca un empleado y la empresa no tiene puntos de encuentro, “entonces vamos mal”, advierte Reaño. ¿El impacto? Nuestro nivel empleabilidad (potencial de querer ser contratado en el mercado) disminuye debido a nuestro descontento, que termina afectando el desempeño en el trabajo.
4. Evaluar el mercado laboral
“Cuando sales a buscar trabajo con ansiedad, consigues un trabajo y cuando sales a buscar mientras estás trabajando, consigues el trabajo”. Reaño considera la práctica actual para evaluar el mercado no es la mejor. El mejor momento para averiguar si nuestros servicios son más o menos requeridos es en un buen punto de nuestra carrera, ya que a partir de ahí se puede negociar con fundamento un ascenso o, eventualmente, crecer en otro lugar que ofrezca mejores oportunidades.
5. Capacitación constante
Los nuevos conocimientos y crecimiento laboral se mide con un documento que llamamos Curriculum Vitae (CV). “La mayoría de gente lo usa para buscar trabajo, pero debe usarse para fortalecer destrezas”, señala Reaño. Luego de conseguir un trabajo, el problema recién ha comenzado: ahora hay que buscar permanencia y aumentar nuestra empleabilidad. Para ello, el CV debería actualizarse todo el tiempo, al igual que nosotros, y no solo “prepararlo” cuando busquemos empleo.