La información del producto se filtra lentamente en la mente de los consumidores

Harvard Bussines Review. Los consumidores se basan más en emociones de experiencias de primera mano al hacer juicios inmediatos pero en información cognitiva de etiquetas, anuncios comerciales y más.

Los participantes de una investigación que calificaron el sabor de un chicle inmediatamente después de masticarlo no resultaron afectados por si la goma de mascar fue etiquetada como “5% artificial” o “95% natural”, pero luego de un retraso de menos de una hora, el grupo de “95% natural” calificó al chicle con 11.1 puntos más en escala de 100.

Éste y otros descubrimientos de Mathew S. Isaac, de la Universidad de Seattle, y Morgan Poor, de la Universidad de San Diego, muestran que los consumidores se basan más en emociones de experiencias de primera mano al hacer juicios inmediatos pero en información cognitiva de etiquetas, anuncios comerciales y críticas de productos al hacer juicios luego de un retraso.

Dado que la información de segunda mano puede influir decisiones posteriores de los consumidores incluso si dicha información no afecta a los juicios inmediatos, los comercializadores de marca deben asegurarse de medir retrospectivamente la efectividad de los comerciales para evaluar completamente el impacto de su gasto en publicidad, afirman los investigadores.

(Fuente: Revista de Psicología del Consumidor)

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¿Habría dicho que sabe lo que es deducción de tasa fija?

Noventa por ciento de la gente: En un experimento sobre conocimiento de finanzas personales, más de 90 por ciento de la gente afirmó conocer al menos uno de tres términos disparatados insertados deliberadamente por los investigadores: “acciones pre calificadas”, “deducción de tasa fija” y “crédito anualizado”. Éste y otros descubrimientos demuestran que evaluar el conocimiento propio difícilmente es sencillo, dicen los investigadores, encabezados por Stav Atir, de la Universidad de Cornell. Al evaluar su conocimiento, la gente se basa en sus propias percepciones preexistentes para hacer inferencias sobre lo que probablemente saben, o sobre lo que deberían saber.

(Fuente: Ciencia Psicológica)

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¿Quiere un gran impulso motivacional? Pruebe con casi ganar algo

Los participantes de una investigación que habían estado muy cerca de ganar un juego pusieron mayor esfuerzo en una tarea de clasificación de tarjetas, ordenándolas entre 23 y 45 veces más rápido, en promedio, que la gente que había ganado el juego o que lo había perdido por un amplio margen, dicen Monica Wadhwa y JeeHye Christine Kim, de Insead. En otros experimentos, los casi ganadores subsecuentemente caminaron más rápido para llegar a una barra de chocolate, salivaron más por dinero y gastaron más en productos deseables. Los descubrimientos muestran que la experiencia de casi ganar es tan estimulante que intensifica la motivación en tareas no relacionadas.

(Fuente: Ciencia Psicológica)

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Incluso entre los preescolares, los ricos se muestran menos dispuestos a dar

Cuatro años: En un estudio con niños cuya edad promedio fue de cuatro años, los provenientes de familias más ricas se mostraron menos dispuestos que los de orígenes menos afortunados a ceder parte de los premios que habían ganado para que pudieran donarse a niños enfermos ficticios que, se dijo, no habían podido ir al laboratorio, según un equipo encabezado por Jonas G. Miller, de la Universidad de California, en Davis. Investigaciones previas han mostrado que los padres de familia ricos enseñan a sus hijos valores de autonomía e individualismo, mientras que a los papás menos afortunados les preocupa más fomentar el respeto y la obediencia. El descubrimiento actual sugiere que la consecuente “cultura de enfoque en uno mismo” de la gente rica podría estar presente incluso entre los niños de preescolar, dicen los investigadores.

(Fuente: Ciencia Psicológica)

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La gente tiende a decir que “sí” a una petición con más frecuencia de lo que se piensa

Dos veces más probable: Cuando los participantes de una investigación pidieron a extraños que les prestaran su celular, que llenaran un cuestionario o incluso que mutilaran un libro de biblioteca, fue dos veces más probable que obtuvieran un “sí” como respuesta en comparación con lo originalmente pronosticado, según un conjunto de estudios realizados por Vanessa K. Bohns, profesora asistente en la Escuela ILR de la Universidad de Cornell, y Frank Flynn, de Stanford. Escribiendo para HBR.org, Bohns explica que “persistentemente subestimamos nuestra influencia” y, como resultado, dudamos mucho para pedir lo que necesitamos. Bohns sugiere varias estrategias para hacer peticiones, incluyendo ser directos, volver a pedir y no preocuparse por incentivar a la otra persona. No obstante, sobre todas las cosas sugiere simplemente hablar: “El error No. 1 que comete la gente es derrotarse sola mentalmente”.

(Fuente: HBR.org)

Distribuido por The New York Times Syndicate

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