(Bloomberg).- Transcurrido más de medio siglo desde que las universidades más importantes comenzaron a admitir mujeres en sus programas de maestría en administración de empresas (MBA en inglés), las escuelas de negocios y las facultades de medicina finalmente están cumpliendo con la ley en materia de paridad de género.
Las mujeres representan actualmente 40% o más de los estudiantes de MBA en Harvard, Wharton, Yale, en Kellogg de Northwestern University, Tuck School of Business en Dartmouth College, Sloan del MIT, Simon de Rochester así como también otras facultades, según un nuevo estudio realizado por la Forte Foundation, que promociona la educación para las mujeres.
Esto tiene una significación que va más allá de cambiar la cultura machista que tuvieron las escuelas de negocios. En tanto se acercan a la mitad de las vacantes en las carreras de negocios, las mujeres también están más cerca de recibir la mitad de los premios, la mitad de las pasantías y la mitad de los puestos más altos al graduarse. En definitiva, la tendencia abre la puerta a más mujeres en las oficinas reservadas a los más altos ejecutivos a medida que estas estudiantes se gradúen y avancen en sus profesiones.
“Esto constituye un gran avance en las perspectivas de liderazgo de alto nivel en las empresas y en los consejos de administración”, dice la directora ejecutiva de Forte, Elissa Sangster.
La inscripción de mujeres en los programas de MBA de tiempo completo creció desde un 32% de los estudiantes hace cuatro años hasta un 36%, comprobó Forte, con sede en Nueva York. El aumento ya cambió la naturaleza de la formación en las escuelas de negocios. Las mujeres están ejerciendo influencia en el debate sobre la flexibilidad laboral y la discriminación en las remuneraciones, y los hombres en general están poniéndose más en sintonía con lo que quieren las mujeres en el trabajo. Todo esto lleva a los hombres a pensar de otra manera sus propias carreras y sus futuros.
Charlas de Manbassador.
En la Harvard Business School, más de 200 de los 548 hombres de la promoción 2017 pertenecen al grupo Manbassador, formado hace dos años por estudiantes varones que querían apoyar a la Asociación de Estudiantes Mujeres en la universidad. Manbassadores lleva a cabo Lean In en grupos para hombres deseosos de debatir su propio trabajo y sus experiencias y metas de vida.
En un almuerzo este mes con algunos de sus alumnos, Robin Ely, profesora de la Escuela de Negocios de Harvard y rectora adjunta sénior para cultura y comunidad, se sorprendió de que todo el diálogo “fuera sobre género” y sobre la flexibilidad en el trabajo, dice.
“Todos los hombres dijeron que les encantaría en algún momento de sus carreras trabajar un 80% del horario pero no creían que, siendo hombres, pudieran pedir algo así”, dice. Cuando ella comenzó a enseñar en Harvard en 2000, “esa conversación no existía”.
La escena es similar en la Escuela de Negocios Tuck en Dartmouth College, que experimentó un avance de 7% en las solicitudes de mujeres el año pasado. Lane McVey fue una de las solicitantes y ahora integra una clase entrante en la que 42% son mujeres. Esto representa un aumento de 10 por ciento respecto del año anterior y un cambio enorme en Tuck, cuyo alumnado era antes principalmente masculino.