En una gran organización, hasta los logros más pequeños se alcanzan con la intervención de varias personas. Una de las habilidades más valiosas de un ejecutivo es ser capaz de armar y dirigir con éxito grandes equipos de personas para proyectos importantes.
A continuación, Victor Lipman de la revista Forbes comparte algunos consejos para formar sólidos equipos de trabajo, sobre todo para la ejecución de proyectos en una organización.
1. Asegúrese de que los objetivos del proyecto sean claros y concretos. Al estar a cargo, es su responsabilidad ofrecer una perspectiva estratégica para que los miembros de su equipo entiendan de forma completa y exacta lo que están haciendo y por qué lo hacen – además por supuesto de todos los parámetros necesarios como el presupuestos, plazos, disponibilidad de recursos, etc.
2. Seleccione un buen jefe de proyecto. “Cuando una vez me tocó ser el ejecutivo responsable de un proyecto, siempre me pareció que esta era la decisión más importante que me tocaría hacer, pues el jefe de proyecto son los ojos y oídos operacionales (en el proyecto)”, comenta Lipman. Lo ideal es tener a alguien en quien pueda confiar, alguien que esté pendiente de los plazos y que logre resultados con eficacia y teniendo en cuenta los costos, alguien que sepa manejar personalidades difíciles.
3. Apuntar a la excelencia. Deje bien en claro desde el principio el tipo de resultados que usted requiere, así como la calidad del trabajo que usted y su organización demanda. En una palabra: liderazgo.
4. No tenga miedo al talento. No hay lugar para los inseguros en una gestión eficaz. “Siempre me impresionó lo que leí sobre la insistencia de Warren Buffet en rodearse con los mejores profesionales y luego brindarles su total confianza al punto de darles un amplio margen para hacer un gran trabajo”, sostiene Lipman. No obstante, debe mantenerse alerta de los problemas que implican tener a profesionales talentosos pero con personalidades difíciles. “En más de una ocasión, los miembros más capaces de mi equipo eran también los más difíciles de manejar”.
5. Aplique una estrategia de gerencia de alto nivel en lugar de un molesto y excesivo control. Tener un buen jefe de proyecto lo aliviará de estar lidiando con un sinnúmero de detalles operativos. Sin embargo, es necesario que se mantenga cerca al proyecto para poder ofrecer una orientación estratégica y útil. Muchos ejecutivos suelen inmiscuirse demasiado en asuntos pequeños y tediosos cuando pueden dirigir mejor desde un plano más elevado.
“Los mejores ejecutivos que he conocido fueron sin excepción intuitivos. Cuando se trataba de formar equipos sólidos, tenían un agudo sentido de las personalidades y de cómo trabajarían mejor juntas. Ellos sabían en quien podían confiar para concluir un trabajo y cuándo debían participar estrechamente o cuando debían mantener su distancia”, agrega el autor.
No es fácil enseñar a formar equipos competitivos, pero se puede aprender. La buena noticia es que todas las organizaciones los necesitan y una vez que usted aprenda a hacerlo bien, es probable que siempre sea de mucho valor para su empresa.