Todas las empresas quieren empleados comprometidos. Las personas comprometidas hacen un esfuerzo que va más allá del mínimo que se requiere para completar una tarea. Ellos son menos propensos a buscar otro trabajo y proyectan energía positiva, lo que mejora el estado de ánimo de los demás empleados y clientes.
Una forma de aumentar el compromiso es fomentar una relación de “vecino”.
La investigación sobre diferentes tipos de relaciones sugiere que podemos dividir el mundo en varios tipos de relaciones. Me refiero a tres que son particularmente importantes en el contexto de los negocios: extraños, familiares y vecinos.
Extraños son personas con las que no tenemos una relación estrecha; si necesitamos su ayuda, les pagamos para que la proporcionen. Las familias son personas con las que tenemos un vínculo estrecho y por las que hacemos lo que sea necesario, a menudo sin esperar nada a cambio.
Entre los extraños y los familiares están los vecinos – personas con quienes tenemos una relación bastante estrecha, que nos ofrecen ayuda, y esperan ayuda a cambio.
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No es bueno tener un lugar de trabajo que se componga principalmente de extraños, porque cada interacción se convierte en una transacción de pago-por-servicio y los extraños no están motivados para ir más allá de las tareas específicas que se presentan para ayudar a la organización a cumplir sus objetivos.
Por otra parte, el entorno social en un lugar de trabajo lleno de extraños no transmite energía a los empleados que quieren ir a trabajar.
Del mismo modo, para la mayoría de las organizaciones es peligroso que funcionen como una familia, porque no todos los empleados pondrán el mismo esfuerzo. Es una forma ineficiente y desmoralizante de trabajar.
Sin embargo, con nuestros vecinos, tratamos de equilibrar lo que hacemos por ellos y lo que recibimos de ellos con el tiempo. Construimos pactos en los que todos comparten una visión común y se comprometen a hacer todo lo posible para trabajar hacia esos intereses comunes.
En un lugar de trabajo saludable, empleados vecinos trabajan duro, con la certeza de que la organización se preocupa por ellos. La organización alcanza el éxito porque sus empleados ponen una cantidad razonable de tiempo y esfuerzo para cada uno.
Hay varias maneras de impulsar un vecindario en el trabajo. En el núcleo de cada una de estas técnicas está la prueba de que la organización tiene un interés más amplio en sus empleados. Esta seguridad es especialmente importante para las empresas que cotizan en bolsa que normalmente se centran en la mejora de las ganancias trimestrales.
Una forma de apoyar a los vecindarios es el entrenamiento. Muchas empresas ofrecen amplias oportunidades de capacitación para sus empleados, que les dan la oportunidad de desarrollar tanto las habilidades personales y laborales.
Esto demuestra que la organización está interesada en los intereses a largo plazo de sus empleados. Cualquier inversión en esas oportunidades de entrenamiento palidece en comparación con el costo de reemplazar a las personas que dejan la compañía.
Una segunda manera de promover un vecindario es ofrecer oportunidades regulares para que los empleados se involucren directamente con sus superiores. Ser parte del vecindario requiere de una sensación de que la organización sabe quién es usted y se preocupa no sólo de la gente en general, sino de usted en particular.
Sin algunos puntos de contacto con la alta dirección de la empresa, una unidad de negocio podría llegar a ser un vecindario, pero ese vecindario puede sentirse desconectado del resto de la organización.
Un tercer componente del vecindario es que tiene que tener un propósito compartido. Los vecinos residenciales están unidos por el deseo de crear una comunidad que beneficie a las personas que viven allí. Del mismo modo, las empresas necesitan una visión compartida que trascienda a los individuos.
Por ejemplo, en la Universidad de Texas, he trabajado con nuestro personal de operaciones para ayudar a las distintas unidades (como la construcción, los servicios de emergencia, y el poder) para volverse a conectar con la misión de la universidad para que esas unidades se sientan una parte más central del vecindario.
Por último, es importante que todos los gerentes busquen señales de que una organización puede pasar de ser un vecindario a un grupo de extraños. La mayor señal de que un vecindario está erosionando es cuando los empleados comienzan a encontrar razones para no apoyar iniciativas más amplias dentro de la organización debido al trabajo más pequeño que se les ha asignado.
Pueden dar excusas para centrarse en su trabajo en particular en vez de centrarse en lo que necesita la organización. Cuando esto sucede, los gerentes necesitan regresar a los enfoques anteriores, lo que demuestra que la organización se preocupa por ellos y les recuerda su conexión con una misión más amplia.
Mantener un vecindario requiere esfuerzo y recursos, pero la inversión lo vale.