A algunas personas les gusta escuchar música mientras trabajan. La ponen a todo volumen en los parlantes de su computadora si pueden hacerlo o se les ve paseando por la oficina o pasillos siempre con un par de audífonos en sus orejas. Otros simplemente no pueden trabajar así.
Por cada persona que le encanta escuchar música mientras trabaja y jura que son más productivos por ello, hay otra persona que asegura que no se puede concentrar en absoluto, al punto que deben pedirle a sus compañeros de trabajo que por favor la apaguen.
El portal PayScale recurrió a la ciencia para obtener algunas respuestas y esto fue lo que encontró.
1. Para algunos, escuchar música es muy importante.
Algunas personas tienen marcadas preferencias cuando se trata de escuchar música en el trabajo. A través de múltiples estudios, los investigadores han encontrado que cuando se trata de ‘sintonizar’ con algo, los resultados varían de persona a persona. Un grupo afirma que escuchar música en la oficina es “muy importante para poder manejar el entorno auditivo y las distracciones, para gestionar los procesos de pensamiento interno y estado de ánimo, para acompañar las tediosas tareas de trabajo y para encontrar inspiración”, escribe Anneli B. Haake en un resumen de su tesis doctoral sobre el tema.
Por desgracia, no todo el mundo piensa igual. Otras personas sienten que la música los distrae, especialmente cuando trabajan en tareas muy exigentes. El uso de auriculares/audífonos puede ser el puente entre estos grupos, haciendo posible que todo el mundo trabaje de la manera que más les conviene.
2. ¿Es una distracción o limita las distracciones?
Es interesante observar la compleja forma en que la música impacta las distracciones. La música puede ser una distracción en sí, pero también puede limitar, manejar y reducir las distracciones. Es lógico pensar que en un entorno de oficina ruidoso, ajetreado y hasta caótico, un poco de música tendría un efecto relajante, pero ese no sería el caso en una oficina tranquila y silenciosa.
Es importante tener en cuenta también que el impacto de estas distracciones cotidianas son percibidas de manera diferente por cada individuo, así que es crucial conocer su oficina y a usted mismo con el fin de determinar qué es lo mejor en sus circunstancias en particular.
3. La música ‘feliz’ fomenta la cooperación.
Hace poco, los investigadores realizaron un estudio con 188 estudiantes universitarios. El grupo participó en una actividad que, en parte, puso a prueba la frecuencia de conductas cooperativas frente a las egoístas al momento de escuchar diferentes tipos de música.
Los resultados indicaron que cuando las personas escuchaban música “feliz” (los investigadores usaron canciones como Yellow Submarine, Walking on Sunshine, y Brown-Eyed Girl) estaban más dispuestos a actuar de maneras que beneficien al grupo y no solo a sí mismos. En otras palabras, la música feliz los hizo más cooperativos. La falta de música o la música “triste” no pareció tener un gran impacto en cualquier dirección.
4. La música despierta emociones, así que elija con sabiduría.
Ya sea que esté escuchando música con audífonos o la pone para que todo el mundo escuche, es clave que considere cuidadosamente las melodías que elija. El portal How Stuff Works investigó la forma en que la música impacta el estado de ánimo y el comportamiento, y encontró que nuestros cerebros procesan la música emocionalmente.
La música de ritmo rápido, o canciones que están en una tonalidad mayor, hacen que las personas respiren un poco más rápido, lo que es conocido por ser un indicador fisiológico de la felicidad. Lo mismo pasa también a la inversa. Una canción lenta, o escrita en una tonalidad menor, puede bajar el estado de ánimo. Por lo tanto, seleccione esa lista de reproducción en su oficina a consciencia.
Y usted, ¿que tipo de música escucha mientras trabaja? Deje sus comentarios o sugerencias.