Si una empresa desea sobrevivir durante muchos años, necesita dosis de pasión y audacia, además de enfocarse en los consumidores y no temerle al cambio. Sepa cuáles son los errores más comunes que han cometido compañías, hoy en día, extintas.
Error N°01: Centrarse en el informe trimestral de resultados
Con demasiada frecuencia, las empresas se convierten en expertas para mitigar los riesgos que se presenten, no obstante, sus gerentes se olvidan de enfocarse en las nuevas ideas. La mayoría de compañías exprime hasta el último centavo de sus ganancias, su eficiencia, y hasta la última gota de sudor con la finalidad de marchar al ritmo del informe trimestral de resultados, y tratar de cumplir con las expectativas de afuera.
A largo plazo, no quedan suficientes centavos ni eficiencia. Los operadores son muy buenos para centrarse en el presente, pero a menudo carecen de capacidad para afrontar lo que viene.
Dado a que algunos expertos sostienen que hasta el 54% del valor de una acción se basa en las ideas que aún no se han pensado, se subraya la importancia de los innovadores.
Error N° 2: Centrarse en “qué”, no en “quién”
Las grandes empresas corren el riesgo de centrarse exclusivamente en sus productos actuales y distribuidores (el “qué”), perdiendo de vista las necesidades constantes de sus clientes y los cambios drásticos enfocados en estos últimos (el “quién”).
Por ejemplo, el sector de salud y educación superior a menudo escuchan demasiado a sus médicos y profesores. La verdadera innovación comienza con el consumidor final. La empresa que mejor entiende y se anticipa a las necesidades cambiantes del consumidor, gana. Más de las veces, se trata de la firma emprendedora, no los grandes.
Error N° 3: La cultura del miedo
¿Es su suelo rico y fértil, o es duro y seco? Vivimos en un mundo donde el cambio está llegando más y más rápido. Las ideas creativas para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes es un punto fundamental. Pero las semillas de dichas ideas no van a crecer en una empresa a menos que la cultura organizacional esté lista para ello. El miedo es el enemigo de la creatividad. A menos que usted haya creado una cultura que sepa abrazar sin temor el cambio, las mejores ideas no crecerán.