Cómo evitar que la relación con sus inversores se deteriore

El compromiso, liderazgo y capacidad de respuesta del empresario da lugar a la aprobación y confianza de los inversores, según Forbes. Mantener una buena relación con estos últimos resulta fundamental para el futuro de una compañía.

Si bien mantener lazos estrechos con alguien no siempre es tarea fácil, fomentar una relación de financiación fuerte y positiva garantizará el futuro de una empresa. Sepa qué errores deben evitar los empresarios para no perjudicar su relación con los inversores, según las recomendaciones de Forbes.

No prometer demasiado para luego mantenerse por debajo de las expectativas:
Sea directo. Cuando le informe a un inversionista sobre su plan de negocio, en primera línea, debe mantener una posición realista. Desde el principio, establezca expectativas que sean adecuadas y razonables, al alcanzarlas podrá sentirse completamente satisfecho, al igual que su inversor. Nadie se quejará de una compañía que logra ir más allá de los hitos, pero no concretar lo prometido es una causa de preocupación rápida.

Evitar la falta de capacidad de respuesta:
Si el empresario se mantiene preocupado ante una situación que le ha originado demasiado estrés durante un tiempo prolongado, lo más adecuado radica en explicarle al inversor dicha inquietud de manera anticipada para que así pueda brindarle ayuda mediante alternativas de solución. Es mucho más sencillo esquivar un bache, si este es divisado con prontitud. La unidad entre empresario e inversor resulta útil en este sentido. El inversor puede cumplir el papel de guía.

No actuar como una diva:
Cuando la compañía está en un nivel básico, el entorno estará atento a la actitud y al comportamiento general del empresario. Por ello, si el panorama se torna complicado, éste último no puede darse el lujo de hacer como si nada hubiese pasado para “enfrentar” la situación. Si se toma esta actitud, los socios inversionistas considerarán que no existe un compromiso real con la puesta en marcha de la empresa. La carencia de entusiasmo genera falta de interés en el inversor.

No coronarse a sí mismo, dejando de lado a la empresa
El buen líder permite que la empresa disfrute, en conjunto, la gloria de un logro. Del mismo modo, asumirá la responsabilidad que le corresponde cuando las cosas no salen de acuerdo a lo planeado. De lo contrario, el empresario irritará a los miembros de su equipo con su arrogancia y ello tendrá un efecto negativo en el entorno de la compañía. Cuando se busca eludir toda clase de responsabilidad, no se tiene el ego bajo control y no se permite brillar a los demás colaboradores, los inversores hallarán una falta de equilibrio en la cultura de la empresa.

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