CONSEJOS EMPRESARIALES
Si envía correos electrónicos ya muy noche o los fines de semana, la mayoría de los empleados creerá que se requiere una respuesta en la madrugada, o que lo impresionarán si contestan de inmediato. Hacer que “siempre estén” afecta los resultados. Un ambiente frenético que incluya responder correos a toda hora no hace que su personal sea más productivo.
Simplemente hace que estén ocupados y distraídos. Cuando monitorean constantemente su correo electrónico después del trabajo, se pierden del tiempo esencial de descanso que su cerebro necesita. La creatividad, inspiración y motivación son recursos agotables que deben recargarse.
Entonces, absténgase de comunicaciones después del horario de oficina y sea claro con las expectativas. Fije políticas para apoyar una cultura saludable que valore el tiempo de inactividad.
(Adaptado de “Your Late-Night Emails Are Hurting Your Team”, de Maura Thomas)
+
Deje de postergar sus tareas más difíciles
A menudo postergamos las cosas cuando tenemos mucho por hacer, cuando nos desagrada una tarea o cuando no sabemos dónde empezar. Si identifica cuál de estas cosas lo está bloqueando, puede determinar los próximos pasos y terminarlo de una vez. Algunos consejos pueden ayudarlo a enfocarse en la tarea que tiene a mano, incluso cuando no quiera:
– Fíjese fechas límites con antelación. Programe actividades dentro de su agenda para que no termine dejando todo hasta el último minuto.
– Prémiese. Tómese un descanso para un café o salga a caminar con un colega una vez que haya terminado una tarea particularmente temida. O guarde una actividad que le guste para después que haya terminado una actividad que le desagrade.
– Pida ayuda. Si el problema al principio es que no sabe cómo empezar el proyecto, trabaje con un colega que pueda ayudarlo. Esto ayuda a destrabarlo y lo responsabiliza.
(Adaptado de “Getting Work Done”, de la serie “20-Minute Manager”)
+
Fomente más debate en el trabajo
Uno de los mitos sobre los “lugares de trabajo excelentes” es que el conflicto es raro. Creemos que las discrepancias en el lugar de trabajo son indeseables, que distraen y que afectan la productividad. Pero investigaciones revelan que en muchos casos, los desacuerdos alimentan mejor desempeño. Aunque los choques de personalidad, o diferencias de valores, efectivamente pueden ser perjudiciales, los conflictos que se enfocan en cómo se hace el trabajo pueden producir mejores decisiones y resultados financieros más sólidos. El debate sano fomenta que los miembros del grupo piensen con mayor profundidad, que escruten las alternativas y que eviten consensos prematuros. La experiencia de deliberación abierta de hecho puede vigorizar a los empleados dándoles mejores estrategias para hacer su trabajo. En lugar de evitar desacuerdos para conservar la armonía del grupo, cree un ambiente donde se fomente un debate concienzudo. Cuando nadie los reta a pensar distinto, se quedan estancados haciendo las cosas como siempre las han hecho.
(Adaptado de “5 Myths of Great Workplaces”, de Ron Friedman)
+
*Mantenga calmado a su equipo luego de la renuncia inesperada de alguien
Cuando un empleado renuncia inesperadamente, los gerentes enfrentan un gran reto operativo: ¿Cómo cubrir sus responsabilidades sin sobrecargar al resto del equipo? Primero, comparta la noticia. Explique la situación y garantice a su equipo que está trabajando duro para encontrar un reemplazo adecuado. Reconozca que durante cierto tiempo tendrán un “problema de carga laboral”, pero use la salida de esta persona como oportunidad para hablar de las carreras y oportunidades de crecimiento de su gente. Por ejemplo, diga “Frank se va a ir. ¿Hay algo de lo que él hace que estén interesados en aprender o probar?” Coordine con Recursos Humanos para publicar una oferta laboral lo más pronto posible. Esto ayuda a su equipo a entender que es algo temporal. Pregúnteles qué habilidades, experiencia y cualidades quieren que tenga la nueva contratación. Quizás conozcan a alguien idóneo, o tal vez corresponda una promoción interna.
(Adaptado de “When an Employee Quits and You Didn’t See It Coming”, de Rebecca Knight)
+
Recuerde mejor el nombre de las personas
Es un problema que muchos hemos tenido: conocemos alguien nuevo y dos segundos después no podemos recordar su nombre. Esto es enormemente importante al formar conexiones de negocios, así que a continuación algunos consejos:
– Escúchelo bien la primera vez. Si le presentan a alguien y no escucha su nombre de inmediato, pídale que se lo repita. Si es un nombre que no reconoce, pregunte su origen o cómo se deletrea.
– Úselo de inmediato. “Gusto en conocerte, John”. No abuse, pero intente usar el nombre varias veces durante la conversación conforme empiecen a hablar.
– Pida una tarjeta de negocios. Haga más que simplemente metérsela en el bolsillo. Véala y haga un comentario sobre el logo o algo más mientras se enfoca en el nombre.
– Conecte el nombre con algo familiar. Esto ayudará a recordarlo después.
(Adaptado de “How to Remember a Name”, de Diane Darling)
Distribuido por The New York Times Syndicate