La Gerencia de Operaciones Especiales Contra la Informalidad de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), desbarató el intento de internamiento de más de un centenar de cajas de licores a la capital, utilizando una nueva modalidad de contrabando conocida como “chatarreo”, indicaron en un comunicado.
La intervención se realizó en la Garita de Control de Pucusana de la Sunat, durante el operativo denominado “cargueros”, cuando el personal fiscalizador verificó un vehículo furgón de 30 toneladas de marca Volvo y con placas de rodaje D1V895 / B7H988, de la Empresa de Transportes Can Express, proveniente de la zona sur del país con un cargamento de material para reciclaje.
Durante los controles, se escubrió que bajo la gran cantidad de fierros viejos, pertrechos y tubos, la unidad conducida por Pablo José Maldonado Villena, escondía un total de 110 cajas repletas de licores de reconocidas marcas, que no tenían ninguna documentación que justifique su traslado y comercialización.
Así, se puso en evidencia una nueva modalidad de contrabando, consistente en esconder bajo gran cantidad de material para ser reciclado, las mercancías de contrabando, con el fin de dificultar la labor de revisión y tratando de burlar los controles por parte de las autoridades de los bienes trasladados.
Los profesionales de la Sunat lograron identificar que al fondo del furgón se encontraban un total de 1,364 botellas de licor ocultas en cajas muy bien protegidas.
Las bebidas que se pretendían comercializar en diversos puntos de la capital, estaba valorizada en más de US$ 10 mil dólares y pertenecían a conocidas marcas como Appleton, Johnnie Walker, Smirnoff, y Absolut. Además de las mercancías, se encontraron 22 fardos de ropa importada de segundo uso, cuyo ingreso y venta en el país están prohibidos, con un peso total superior a media tonelada.