Los 50 mil kilómetros cuadrados de mar que el Perú ganó tras el fallo de La Haya podrían contener petróleo, porque estarían dentro de la llamada Cuenca Mollendo, donde ya hay tres lotes por licitar, estimó el expresidente de Perupetro, Aurelio Ochoa.
“La Cuenca Mollendo es la más sureña que tenemos. Comienza en Arequipa y se extiende por Moquegua, Tacna y traspasa la frontera con Chile. Habría un potencial, pero hay que verificarlo”, declaró a gestion.pe.
Perupetro lanzó el año pasado una licitación de nueve lotes petroleros en el mar, la cual fue postergada por el poco interés de las empresas ante la falta de información. Allí figuraban los lotes Z-58, Z-59 y Z-60, ubicados en la Cuenca Mollendo.
Según el experto, los estudios realizados desde hace treinta años concluyeron que “hay estructuras geofísicas favorables” en todo el litoral peruano, incluido la Cuenca Mollendo, pero ello “no significa que esté llena o semillena o con algo de hidrocarburo”.
“No hay que generar muchas expectativas. Pero se abren posibilidades hacia el futuro. Los chilenos estaban preocupados por el triangulo externo, ahora ya se definió: es de Perú. Eso es un tema interesante”, dijo Ochoa.
Para este objetivo, sostuvo que el Gobierno debería fomentar el ingreso de barcos oceanográficos para que estudien el suelo y el subsuelo, porque si en el norte del país, donde es más fácil levantar información, no se ha investigado, en la nueva zona marítima podría demorar.
Minería oceonográfica
Ochoa también pidó no soslayar el potencial de la llamada “minería oceonográfica”, que en hoy en el mundo está en discusión su explotación. “Es un tema interesante que en el futuro dará que hablar”, avizoró.
Mencionó que hay varios países que están analizando esta situación, lo que explica las pugnas en el Asia por espacios marítimos, dada la por el suelo y el subsuelo.
“No hay que soslayar estas posibilidades. No solamente hay que hablar de la parte pesquera. Hay un espacio marítimo que amplía el potencial de recursos”, dijo Ochoa. No obstante, mencionó que estas actividades extractivas podrían ocasionar conflictos con los pescadores, como ya se están viendo en el norte del país. Ante ello, dijo que queda mucho por trabajar en el futuro.