(AFP).- La producción mundial de vino en 2016 será una de las más bajas en 20 años, debido principalmente a las inclemencias del clima en zonas fructíferas como América Latina y Francia.
Este año, los 7.4 millones de hectáreas de viñedos plantados en todo el mundo habrán dado 259 millones de hectolitros de vino, un 5% menos que en 2015, según las estimaciones de la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Este organismo intergubernamental con sede en París considera que las inclemencias del clima tuvieron un papel importante en esta caída.
“El fenómeno climático de El Niño parece haber vuelto a América Latina, donde la producción resultó afectada por condiciones climáticas bastante excepcionales, con mucha lluvia”, explicó el director general de la OIV, Jean-Marie Aurand, en una rueda de prensa.
“Es tal vez una explicación” de esta producción, “que se sitúa entre las más débiles desde hace 20 años”, agregó.
La caída fue patente en la mayor parte del hemisferio sur. Argentina sólo produjo 8,8 millones de hectolitros (Mhl) en 2016, un 35% menos que el año anterior, lo que le hizo pasar del quinto al noveno lugar en el ránking de productores.
Chile registró una reducción de su producción del 21%, hasta los 10,1 Mhl, y Brasil de la mitad, hasta los 1,4 Mhl.
Sudáfrica, expuesta por su parte a una larga sequía, cayó por primera vez desde 2011 por debajo de los 10 Mhl, a 9,1 Mhl (-19%).
Y eso a pesar de que la vid tiene una capacidad de adaptación importante a las condiciones climáticas “extremas”, como recordó Aurand.
Hay viñas tanto en las rocas volcánicas que absorben todo el calor del sol de Lanzarote, en el archipiélago español de las Canarias, o Santorini en Grecia, así como en zonas muy frías, como el norte de China.
Más vino ecológico.
“El 85% de las viñas chinas están situadas en zonas frías”, señaló Aurand. Pero “si bien la vid puede adaptarse en general a condiciones extremas, le es difícil soportar acontecimientos excepcionales”, explicó.
China se beneficia de las dificultades latinoamericanas para subir en la clasificación, en la que este año ocupa el sexto lugar pese a no haber producido más que en 2015 (11.5 Mhl).
Pero su producción seguirá creciendo porque el plan del gigante asiático es llegar a los 16 Mhl en 2020, subrayó Aurand.
En Europa se observan igualmente fluctuaciones en función del clima. La producción francesa cayó un 12%, después de que los viñedos se vieran afectados por heladas, inundaciones o sequía.
Italia, menos perjudicada, perdió solo un 2% de su producción, hasta los 48,8 Mhl, lo que le permite mantener su rango de primer productor mundial por delante de Francia.
Cerrando el podio de los productores, España registró un ligero aumento (+1%) de su producción, hasta los 37.8 Mhl.
Estados Unidos, con 22.5 Mhl (+2%), y Australia, con 12,5 Mhl, completan el cuadro de honor.
La OIV estimó por otro lado que los vinos ecológicos representan actualmente “entre el 8% y el 12%” de la producción mundial.
En cuanto al consumo, la OIV apuesta por una horquilla de entre 239.7 y 249.6 Mhl en 2016.
“Constatamos una interrupción de la caída del consumo que se registró en los dos últimos años, pero no hemos vuelto de al crecimiento de entre 2000 y 2007, antes de la crisis financiera”, señaló Aurand.
En los países históricamente productores y consumidores se reduce el consumo, pero otros que no lo eran se apuntan al vino, “con un consumo por placer y ocasional”, agregó.
Al frente de los exportadores, España sigue dominando el pelotón en volumen por delante de Italia y Francia, un ránking que se invierte cuando se mira el valor de las exportaciones.