Washington (Reuters).- El presupuesto fiscal 2016 del presidente Barack Obama impondría un impuesto excepcional de un 14% a unos US$ 2 billones de ganancias no gravadas obtenidas en el exterior por compañías estadounidenses, dijo el domingo un funcionario de la Casa Blanca.
La propuesta crearía una carga de un 19% sobre las futuras utilidades obtenidas en el extranjero.
El dinero obtenido con el impuesto extraordinario sería destinado para financiar proyectos de infraestructura y cubrir un déficit previsto en el Highway Trust Fund, un fondo destinado a la construcción y mantención de carreteras y caminos.
El presupuesto fiscal 2016 de Obama, que debe ser divulgado el lunes, es tanto un documento político como un mapa fiscal. Necesita el visto bueno del Congreso para entrar en vigor y es poco probable que sea totalmente aprobado por los legisladores republicanos, que controlan la Cámara de Representantes y el Senado.
La Casa Blanca ha criticado por largo tiempo las prácticas de las compañías estadounidenses que considera como medidas para evitar sus responsabilidades impositivas en casa. Las dos propuestas son parte de un paquete mayor de reformas tributarias que el Gobierno de Obama espera concentren las ventajas fiscales en la clase media.
“Este gravamen de transición significaría que las compañías tienen que pagar impuestos en Estados Unidos ahora sobre los 2 billones dólares que ya tienen en el extranjero, en lugar de poder demorar el pago de impuestos en el país de manera indefinida”, dijo el funcionario.
“A diferencia de la exención de repatriación voluntaria, a la que el presidente se opone y con la que se perderían ingresos, el presidente propuso un impuesto extraordinario de transición, un impuesto obligatorio sobre ganancias en el extranjero previamente no gravadas, sin importar si éstas son repatriadas o no”, agregó.
En el futuro, el presupuesto propone que las compañías estadounidenses paguen un impuesto del 19 por ciento sobre todas sus ganancias en el exterior a medida que las obtengan, mientras que se emitirán créditos tributarios para los gravámenes que se paguen en el extranjero, dijo el funcionario.
“Después de este pago inicial, las ganancias en el extranjero podrán ser reinvertidas en Estados Unidos sin impuestos adicionales, contribuyendo a la igualdad de oportunidades, y alentaría a las compañías a crear empleos aquí en casa”, dijo el funcionario.
La propuesta de Obama busca cerrar las lagunas fiscales que permiten que las corporaciones multinacionales eviten pagar impuestos sobre sus ganancias activas en el extranjero, o que las envíen al exterior mediante diversas estrategias para reducir sus ingresos imponibles en Estados Unidos.
Mientras esta ganancias en el extranjero no sean ingresadas formalmente a Estados Unidos, o repatriadas, no se adeudan impuestos por ellas. Recientes estimaciones valoran el total de ganancias en el extranjero que no han pagado impuestos en US$ 2.1 billones.