Bloomberg.- Así como un reloj Jaeger-LeCoultre proporciona un indicio (relativamente) sutil de la riqueza de quien lo lleva puesto, el mercado de lujo empieza a presentar signos muy discretos de recuperación.

No es momento de entusiasmarse demasiado. Las exportaciones de relojes suizos declinaron en septiembre por decimoquinto mes consecutivo, la caída más prolongada desde que empezaron a llevarse registros mensuales en 1988. Pero se trata de una declinación menos marcada que en cada uno de los seis meses anteriores.

En Hong Kong persiste la debilidad, y las exportaciones a la región bajaron casi 40% en setiembre. Pero los Estados Unidos mejoraron, y las exportaciones al país crecieron por primera vez desde abril.

El Reino Unido del Brexit, por su parte, sigue descollando en septiembre, con un crecimiento de 32% en la importación de relojes suizos, en momentos en que compradores extranjeros aprovechan la debilidad de la libra y viajan a Londres.

Según un informe de consultores de Bain y de la asociación italiana de lujo Altagamma, el gasto libre de impuestos ha aumentado este año en el Reino Unido, mientras que ha declinado en Alemania, Francia e Italia.

Hay otros indicios positivos. LVMH dio a conocer la semana pasada ventas trimestrales por encima de las estimaciones. Las marcas de lujo piensan que China se estabiliza, mientras que Prada ha observado incluso mejorías en Hong Kong y Macao.

El sector se aproxima también al período en que las comparaciones con el año pasado se le facilitan.

El segundo semestre del 2016 se comparará con igual período del 2015, cuando los compradores chinos se mostraron renuentes a viajar a Europa después de los atentados terroristas en París. Las comparaciones halagadoras pueden ser engañosas, pero son más fáciles de vender al mercado.

Por su parte, una victoria de Clinton en las elecciones estadounidenses también proporcionaría estabilidad en un mercado crucial.

Las acciones de LVMH ya han subido 27% respecto del bajo nivel posterior a la votación sobre el Brexit. La amplia cartera del grupo comprende productos de cuero y moda, pero también vinos, licores y productos de belleza, que se estima será el sector del mercado que crecerá más este año.

De modo que continuaría beneficiándose. Kering también podría verse en buena posición dada la incipiente recuperación de Gucci.

En cuanto a relojes, la categoría de entre 500 y 3,000 francos suizos fue la de mejor desempeño y constituye un buen augurio para las marcas Omega y Longines, de Swatch.

La categoría de entre 200 y 500 francos suizos, en cambio, fue la de peor desempeño, lo cual no es alentador para las marcas más baratas de Swatch.

El panorama también es ambivalente para Richemont. Si bien la declinación de las exportaciones en la categoría de más de 3,000 francos suizos –en la que Richemont domina- coincidió en líneas generales con el mercado en su conjunto, los relojes de metales preciosos se contaron entre los de peor desempeño.

Las acciones de Richemont y Swatch han bajado este año, aunque han recuperado terreno en el último mes. Swatch se beneficiará si se mantiene la recuperación en el segmento de precios intermedios. Pero Richemont ha sido más enérgica en reducir costos, lo cual la ayudaría a navegar mejor por aguas que aún son turbulentas.

En realidad, no habrá una recuperación inmediata. Según Bain y Altagamma, el mercado de lujo declinará 1% en el 2016, lo que hará del año el peor desde la crisis financiera. Swatch y Richemont han vuelto a tener ratios precios/ganancias muy abundantes. Pero todo depende aún de cuánto brillo les saquen a las ganancias del año próximo.