Edwin Bardales Saucedo
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El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), a través del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor), va a fortalecer los puestos de control contra la tala ilegal durante el 2015 para hacerlos más eficientes con la adquisición de equipos satelitales y de comunicación, anunció el ministro Juan Manuel Benites.
“El gobierno ha tomado la decisión de ser muy enérgico con los taladores ilegales y por eso ha designado un Comisionado de Alto Nivel que está liderando la acción multisectorial”, declaró a Gestion.pe.
Indicó que la estrategia del gobierno contra la tala ilegal irá por la tecnificación de la fiscalización mediante del uso de imágenes satelitales para determinar la ruta que sigue la madera extraída ilegalmente.
Titulación
Benites adelantó que parte de esa estrategia contra la tala ilegal será la puesta en marcha de un proyecto entre el Minagri y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para titular los terrenos de 200 comunidades indígenas en la selva, principalmente.
Indicó que el proyecto permitirá establecer un mapa de los terrenos con cobertura boscosa y detectar las zonas donde ocurra tala ilegal. “Este proyecto se inicia en enero y tiene US$ 80 millones”, adelantó el ministro.
Deforestación
Benites explicó que esta agricultura migratoria, que proviene principalmente de la sierra, busca nuevos espacios y con ello deforesta terrenos que no son agrícolas (como la selva).
“Casi el 40% de las emisiones en el país está asociado a agricultura migratoria familiar”, dijo a Gestión.
En ese contexto, el Estado busca combatir la deforestación desde dos frentes, cuyos resultados se verían en 5 o 10 años.
“Esto recién arranca y son esfuerzos de muy largo plazo, por lo que no podemos decir que todos los resultados se verán en este Gobierno y esperemos que haya continuidad. Creo tenemos por delante un quinquenio o una década para ver resultados”, subrayó.
Frentes
El primer frente de lucha contra la deforestación es ayudar a la agricultura migratoria con programas como Mi Riego y darles asistencia en planes de negocios para que permanezcan en sus zonas y puedan producir cultivos de manera autosostenible.
El segundo frente es promover técnicas de agroforestería en las zonas ya deforestadas y donde se realiza el cultivo de determinados productos, como el café.
“Podemos tener cultivos de café que sean carbono neutral realizando buenas prácticas agrícolas, utilizando menos pesticidas, menos fertilizantes, semillas certificadas y combinarlo con el sembrado de árboles que generan más sombra”, detalló.
Benites indicó que con estas buenas prácticas se podría aumentar la producción de 15 a 80 quintales por hectárea.