(Bloomberg) La ubicación los es todo en el negocio de bienes raíces, por lo que no es del todo sorprendente que un mapa haya hecho cambiar de parecer a Donald Trump, ex promotor inmobiliario.
El presidente Trump estuvo cerca de retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el mes pasado, antes de ver un mapa de Estados Unidos que destaca las áreas que dependen de hacer negocios con México y Canadá.
Resulta que muchos de esos estados apoyaron a Trump en las elecciones de 2016, lo cual lo motivó a renegociar en lugar de cancelar el tratado, dijo al Washington Post.
La Casa Blanca se negó a proporcionar una copia del mapa exacto presentado a Trump, por lo que creamos nuestra propia versión.
Una revisión rápida de los datos de exportación a partir de 2016 muestra que los estados manufactureros y fronterizos que votaron por los republicanos en las elecciones de noviembre dependen fuertemente del comercio con los socios del TLCAN, tanto al norte como al sur de las fronteras de Estados Unidos.
Los cinco estados con el mayor porcentaje de exportaciones a esos países respaldaron a Trump, incluyendo a Michigan y Ohio, que votaron por su predecesor demócrata Barack Obama en 2012 y 2008.
El empleo en estos dos estados está muy ligado a la manufactura, como el ensamblado de automóviles, que depende del suministro de piezas que se mueven libremente y con frecuencia entre los tres países.
La cancelación del TLCAN y una disputa comercial en el continente perturbarían y posiblemente paralizarían ese flujo, y obligarían a los fabricantes a buscar suministros más baratos en el extranjero, de acuerdo con Joseph Parilla, un miembro de Brookings Institution.
“Si disminuimos nuestra competitividad de una manera que sea más atractivo para esas cadenas de suministro simplemente irse de América del Norte, eso podría ser el golpe de gracia para la manufactura estadounidense”, dijo.
También sería un golpe para los partidarios de Trump que lo respaldaron por su promesa de hacer que los estados del “Rust Belt” volvieran a ser prósperos.
Los datos también muestran que las economías basadas en la agricultura que votaron por Trump, como Nebraska y Iowa, dependen de las exportaciones a Canadá y México, mientras que los 10 estados con los mayores superávits comerciales con el TLCAN votaron por los republicanos el año pasado.
Por ahora, Trump parece satisfecho de renegociar el TLCAN siempre y cuando las negociaciones favorezcan a Estados Unidos. Pero ¿podría cambiar de opinión otra vez el presidente, que llamó al tratado un “desastre” durante su campaña?
“Me sorprendería mucho si de verdad decidieran cancelar el acuerdo”, dijo Robert Scott, economista de Economic Policy Institute de Washington. “Hay demasiados negocios con fuertes inversiones en producción en México y Canadá que se verían afectados por la cancelación del TLCAN”.