Será necesario una inflación en diciembre de 0.07% para que el ritmo anual de inflación converja a 3%, dentro del rango meta del Banco Central de Reserva (BCR), señaló el banco Scotiabank.
Explicó que factores como el impacto del descenso de los precios de los combustibles, el descenso estacional de precios de alimentos perecibles y un nuevo descenso de los precios avícolas apuntan en esa dirección.
No obstante, diciembre es un mes donde estacionalmente los precios vinculados a la demanda interna repuntan, debido al gasto asociado al pago de gratificaciones, y Fiestas de Navidad y Fin de Año, señaló el analista senior del Departamento de Estudios Económicos del Scotiabank, Mario Guerrero.
Indicó que ello se traduce por ejemplo en mayores tarifas de transporte interprovincial, lo que podría acotar el impacto de la reducción de precios de los combustibles.
A ello se agregaría la inflación importada (3.2%) producida por los efectos de la depreciación nominal del nuevo sol –4.4% en lo que va del año-.
Con estas consideraciones es posible que la inflación se ubique a fines del 2014 entre 3% y 3.2%, manifestó en el Reporte Semanal del banco.
La inflación de noviembre fue negativa en 0.15%, menor a lo esperado por el mercado (0.01% según Bloomberg y 0.11% según Reuters).
No obstante, el ritmo anual de inflación siguió en aumento y pasó de 3.09% en octubre a 3.16% en noviembre, aún por encima del rango objetivo del BCR (entre 1% y 3%), debido a que la caída del índice de precios fue menor a la de noviembre del 2013 (-0.22%).
El descenso de casi 10% en los precios de los combustibles, debido tanto al menor precio en el mercado internacional como por la rebaja del Impuesto Selectivo al Consumo (ISC) tuvo una incidencia marginal en el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre (sólo cayeron 3.5%) debido a la metodología con que se construye el IPC.
Agregó que a pesar que en lo que va del año el precio internacional del petróleo registra un descenso de 22%, los precios internos de los combustibles acumulan hasta noviembre un descenso de sólo 2.3%, por lo que el sesgo es a que estos precios sigan bajando en el futuro.
La inflación subyacente, relevante para las decisiones de política monetaria, se habría mantenido estable en 3.2% en noviembre. El componente estructural de la inflación, medido por el IPC sin alimentos ni energía, que descuenta el impacto de los rubros con alta volatilidad, se ubicaría en 2.5%, reflejando una presión moderada de la inflación por el lado de la demanda.
Este indicador no ha retornado al punto medio del rango objetivo (2%) desde julio de 2011 (hace poco más de tres años). El BCR estima que se ubicaría en 2.4% a fines del 2014.