Hasta marzo, la deuda acogida por prórroga del IGV alcanzó los S/ 287.5 millones, debido a los S/ 131 millones refinanciados tributariamente en febrero y S/ 156.5 millones en marzo, informó Reynaldo Torres Ocampo, Intendente Nacional de Estudios Económicos y Estadística de la Sunat.
Pese a que aún Sunat no tiene la deuda acogida de abril, Torres dijo que la deuda de “marzo nos está hablando de S/ 156 millones y es probable que se incremente”. Esto dependerá de asuntos como la reconstrucción y la evolución de la economía.
No obstante, “sí hemos observado que hay contribuyentes que se acogen parcialmente, no postergan todo y quizá sería una actitud prudente. Postergan una parte”, aclaró Torres.
La cantidad de contribuyentes acogidos varía entre 47,000 y 55,000 (ver gráfico), pero Torres declaró ante el grupo de Trabajo de la Micro y Pequeña Empresa del Congreso que aún los contribuyentes transitan por un período de aprendizaje.
“Inicialmente, los más osados, más informados se embarcan y poco a poco esperamos que suba un poco más esa cantidad de acogidos. En la medida que se difunda y se entienda como algo beneficioso”, indicó ante la comisión.
EFECTOS
Sin embargo, señaló que las prórrogas del IGV tienen dos efectos en la recaudación de la caja fiscal. Primero, impactan la caja fiscal los primeros tres meses, pero se regulariza al cuarto mes que los contribuyentes acogidos empiezan a pagar la cuota del primer mes.
“Para nuestros indicadores, como que es un acelerador de la morosidad y la pérdida de Caja sería por el cambio de velocidad.”, dijo.
El segundo efecto es un impacto negativo en la recaudación neta al final del año. En diciembre, faltarán los pagos de los siguientes tres meses.
“Eso requiere como parte de la administración un esfuerzo mayor de cobranza y de parte del mype de disciplina, porque tiene que guardar ese dinero o trabajarlo y estar seguro que lo tenga para cuando haya que pagarlo. Eso es un reto para nuestra clase empresarial de mype”, indicó Torres.
A partir del cuarto mes mencionado, se añadirá un nuevo indicador sobre el repago de lo financiado inicialmente. “Eventualmente, tendríamos a tener la segunda parte del año un costo casi nulo, excepto por el margen de contribuyentes que no cumplan y vamos a tener que ir a cobranza”, dijo.