Atenas (Reuters).- El presidente de Grecia utilizó una conmemoración anual sobre la posición del país contra el fascismo en la Segunda Guerra Mundial para advertir que Atenas no cederá a la presión de los prestamistas extranjeros para imponer mayor austeridad.
Los comentarios del presidente Karolos Papoulias, un ex combatiente de la resistencia durante la Segunda Guerra Mundial y quien ocupa un cargo que es ceremonial pero muy respetado, se producen en momentos en que Atenas se encuentra en desacuerdo con sus acreedores de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional sobre los ahorros presupuestarios que debe realizar para cumplir las metas de su segundo rescate.
En un desfile militar anual que se realiza en Salónica y que marca el rechazo del ultimátum de Italia a Grecia para rendirse en 1940, Papoulias dijo que los griegos de hoy están tan firmes frente a la crisis como lo estaban en ese entonces, y sostuvo que no cederán a lo que calificó como un “chantaje” extranjero.
“Estamos honrando hoy los muertos de esta gran batalla contra la cólera del fascismo, el fascismo italiano de 1940”, dijo Papoulias a periodistas tras el desfile.
“Los griegos dieron su sangre (en 1940) y en la actualidad han dado todo lo posible para superar la crisis. Esto debe ser apreciado por Europa. El pueblo griego no puede dar nada más (…) El pueblo griego nunca se ha rendido a los chantajes”, sostuvo Papoulias.
La fiesta nacional, uno de los eventos más emblemáticos en el calendario político de Grecia, conmemora el día en que el entonces primer ministro griego Ioannis Metaxas rechazó una demanda del dictador italiano Benito Mussolini para que sus tropas sean desplegadas en Grecia.
Grecia se ha mantenido a flote gracias a los fondos entregados por la UE/FMI desde el 2010, unos 240,000 millones de euros en préstamos concedidos a cambio de recortes en el gasto público y una serie de reformas.
Sin embargo, el cansancio entre los griegos por las medidas de austeridad es cada vez mayor, en medio de una larga recesión que que ha acabado con el 40% de los ingresos disponibles de los hogares y que ha incrementado el desempleo hasta casi un 28%.