Shanghai (AFP).- El gobernador del banco central chino (PBOC), Zhou Xiaochuan, reiteró hoy que no existen “fundamentos” para una depreciación persistente del yuan, en un contexto de crecientes esfuerzos de Pekín para estabilizar la cotización de su moneda frente al dólar.
“No hay fundamentos para una depreciación persistente del renminbi” (otra denominación del yuan), ya que “los fundamentales de la economía china siguen siendo sólidos”, declaró Zhou poco antes de un encuentro en Shanghái de los ministros de Finanzas de las grandes economías del G20.
La divisa china, relativamente supervisada, puede fluctuar frente al dólar en una horquilla del 2% alrededor de una tasa pivote determinada diariamente por el banco central, que debe transigir con las tendencias del mercado y una fuerte presión a la baja sobre el yuan.
El PBOC bajó, en este sentido, esta tasa pivote durante ocho sesiones consecutivas a principios de enero. El yuan se depreció ese mismo mes alrededor de un 1.4% respecto al dólar.
China ya sacudió los mercados financieros internacionales en agosto, al devaluar brutalmente el yuan casi un 5% en el plazo de una semana, una decisión percibida entonces como una devaluación destinada a apoyar a los exportadores chinos.
Asimismo, la desaceleración de la segunda economía mundial, las turbulencias de las bolsas locales y el intervencionismo del gobierno obligaron a muchos inversores a sacar sus yuanes fuera de China para comprar dólares, a pesar de las restricciones impuestas por las autoridades.
Los expertos estimaron en un billón de dólares las fugas masivas de capitales en 2015, que pesan ahora sobre la cotización del renminbi.
China, deseosa de frenar la rápida caída de su moneda, se apoya en sus inmensas reservas de divisas extranjeras para realizar compras masivas de yuanes.
Estas reservas, las más importantes del mundo, disminuyeron en unos 100.000 millones de dólares en enero, hasta alcanzar su nivel más bajo desde mayo de 2012, es decir, a unos 3,2 billones de dólares.
“Estas reservas se mantendrán a un nivel apropiado y razonable”, afirmó el viernes en un comunicado el PBOC.
Según Zhou, “China conserva un margen de maniobra monetaria y las herramientas de política monetaria para hacer frente a los riesgos potenciales” para la economía.
Pekín mantendrá “una política flexible y apropiada”, añadió.
Esto podría significar nuevas medidas de flexibilización monetaria, como esperan muchos analistas, pero sin abrir la puerta a un plan de reactivación presupuestaria masivo como en el período 2008-2009.