Luis Hidalgo Suárez
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Cuidado con el crecimiento del gasto público corriente, en particular el gasto en remuneraciones, puede ser un consejo oportuno en la coyuntura actual cuando existen indicios de que los precios de los principales productos de exportación (metales) pueden entrar en una tendencia decreciente, lo cual afectaría a los ingresos fiscales.
Las cifras del Ministerio de Economía (MEF) indican que el gasto en planillas del Estado ha venido creciendo a un ritmo cada vez mayor en los últimos años cuatro años, pasando de S/. 19,700 millones en el 2009 a S/ 24,734 millones en el 2012.
El año pasado creció 11% en promedio, la tasa más alta de los últimos tres años, según el propio MEF, siendo mayor en el Gobierno Nacional (12%) y algo menor en los gobiernos regionales y locales (9% en conjunto).
Más aún, en diciembre del año pasado hubo un récord (27%) de crecimiento de la planilla del estado, según las cifras del MEF (y de 34% según las cifras del BCR); y, aunque menor, se mantiene un crecimiento mensual alto en enero (10%) y febrero (16%) de este año, respecto a similar mes del 2012 (S/. 293 millones).
Causas
Según el MEF, este incremento del gasto anual en remuneraciones es el efecto de las medidas de política salarial dadas por este gobierno, cuyo impacto en el 2012 fue de S/. 2,403 millones en total (S/. 1500 millones en el gobierno nacional y S/. 1,046 en los gobiernos subnacionales), y de S/ 510 millones en el primer bimestre de este año (S/. 284 y S/. 225 millones, respectivamente), concentrados en su mayor parte en Interior, Defensa, Salud y Educación.
“Cabe destacar que desde marzo 2011 se viene registrando un crecimiento continuo en los gastos de personal y obligaciones sociales”, reconoce el MEF.
Financiamiento
Considerando que los sueldos y salarios promedio se encuentran en niveles muy bajos en el país (lo cual se explica en buena parte por los bajos niveles de productividad y altos niveles de informalidad) y también en el sector público, los incrementos referidos probablemente eran necesarios, pero la forma de esos aumentos no ha sido la mejor y, sobre todo, la fuente de recursos para financiarlos no deben ser ingresos extraordinarios, producto del ‘boom’ alcista de precios de los minerales, sino de carácter permanente.
De otro lado, si bien el país cuenta con importantes niveles de ahorro fiscal para afrontar una nueva crisis financiera internacional, hay que tener en cuenta que el superávit fiscal logrado en los últimos (que muestra una tendencia decreciente) se debe en parte a la falta de capacidad de gestión del gasto en inversión, sobre todo de parte de los gobiernos subnacionales.