Washington (AP).- Los precios a nivel consumidor subieron levemente el mes pasado en Estados Unidos, al encarecerse más lentamente la gasolina. En general, las estadísticas indicaron que la inflación sigue siendo baja.
El Departamento de Trabajo dijo el jueves que el índice de los precios al consumidor subió un 0.2% en julio tras hacerlo un 0.5% en junio. Los precios de la gasolina subieron apenas un 1% tras hacerlo un 6.3% en junio. Excluyendo el costo de la alimentación y la energía, la inflación “subyacente” subió en julio un 0.2%.
En los últimos 12 meses, los precios a nivel consumidor han aumentado un 2%. La inflación subyacente creció un 1.7% en los últimos 12 meses, por debajo de la meta del 2% fijada por la Reserva Federal.
Una inflación levemente más alta podría animar a la FED a reducir su política de intereses bajos. La caída de la inflación presionaría a la FED a seguir estimulando el crecimiento.
La FED anunció tras su reunión de julio que piensa seguir comprando mensualmente bonos por 85.000 millones de dólares para contener el alza de las tasas de interés a largo plazo. Agregó además que mantendrá en casi cero una tasa clave a corto plazo, donde ha permanecido desde diciembre del 2008 — por lo menos mientras el desempleo siga por encima del 6.5%.
Empero, su presidente Ben Bernanke y otros funcionarios de la FED dijeron que el banco central podría frenar su adquisición de bonos dentro de unos meses. Algunos economistas creen que dichos cambios podrían ser anunciados en la próxima reunión de la FED del 17 y 18 de septiembre.
Casi todos los analistas creen que la desaceleración será gradual. La compra de bonos nuevos quizá no concluya hasta mediados del 2014 — y solamente si el desempleo ha caído en torno al 7%.
Las frutas y hortalizas encarecieron el precio de los alimentos en julio, un 0.1%. La carne vacuna, de pollo y el pescado también subieron, mientras que otros alimentos bajaron. Los productos de panadería y los cereales, leche y otros productos lácteos, junto con los jugos de frutas y otras bebidas, bajaron de precio.
La inflación subyacente fue empujada por un gran salto en el precio de la ropa, que aumentó un 0.6%, la tercera subida consecutiva. Subieron además los alquilares y el precio de los vehículos nuevos. Mientras tanto, los boletos aéreos bajaron un 1.3% el mes pasado.
El crecimiento económico es demasiado lento y el desempleo demasiado elevado para desatar la inflación. La paga por horas y los ingresos apenas han crecido desde que concluyó la recesión hace cuatro años. Debido a ello es muy difícil que los minoristas puedan elevar los precios.