Nueva York (Reuters).- La confianza de los constructores de casas de Estados Unidos saltó en junio y superó un nivel clave por primera vez desde el inicio de la crisis de la vivienda hace siete años, en un voto de confianza por la recuperación del sector.
Al mismo tiempo, otro informe divulgado el lunes mostró que el crecimiento de las manufacturas en el estado de Nueva York se aceleró, pero la mejoría fue minada por la debilidad en los nuevos pedidos y en el empleo, lo que sugirió que la actividad en el sector permanece aletargada.
El índice del mercado inmobiliario de la Asociación Nacional de Constructores de Casas/Wells Fargo escaló a 52 en junio desde 44 en mayo, superando con facilidad los pronósticos de analistas de 45. Fue la mayor alza mensual desde el 2002.
Las lecturas sobre 50 significan que más constructores ven las condiciones del mercado como favorables que como pobres. Fue la primera vez que el índice ha estado por sobre esa línea divisoria desde abril del 2006 y fue su mayor nivel desde marzo del mismo año.
La confianza entre los constructores de casas se ha fortalecido en el último año y medio, junto a una recuperación en el sector inmobiliario en general. El índice está 23 puntos más alto que el de junio del 2012.
Un alza en los precios, inventarios más ajustados y mejores ventas han ayudado a la recuperación del mercado inmobiliario. En el mercado accionario, el dato impulsó el índice inmobiliario en un 2.3%. Las acciones de las constructoras Toll Brothers, Pulte Group y Lennar registraban ganancias superiores al 2%.
Las tasas hipotecarias más baratas han ayudado a atraer a los compradores. Las tasas de crédito se han mantenido bajas gracias al programa de compra de bonos de la Reserva Federal.
Una reciente alza de las tasas ha provocado preocupaciones sobre los vientos en contra que podrían frenar la recuperación, aunque las hipotecas aún permanecen bajas de acuerdo a estándares históricos.
“Parece que el optimismo de los constructores de casas ha rebotado incluso con mayores tasas hipotecarias, que pesarían sobre la demanda”, afirmó Sam Bullard, economista senior de Wells Fargo Securities en Charlotte, Carolina del Norte. “La demanda no satisfecha está ahí”, agregó.