Bloomberg.- “Veo una probabilidad de un importante choque desarrollándose durante el próximo año, año y medio, entre el deseo de la administración Trump de buscar un crecimiento del 3% al 4% y la creciente atención de la Fed a la inflación emergente en su propio mandato de 2%”, dijo Robert J. Gordon, de la Universidad Northwestern, el lunes en una conferencia en París.

Barry Eichengreen, de la Universidad de California en Berkeley, ve venir una apreciación del dólar de “dos dígitos” como una posible consecuencia de los estímulos fiscales, la reforma de impuestos y la política comercial proteccionista de Trump.

Las metas económicas del presidente electo fueron el centro de atención en la conferencia organizada por el Banco de Francia acerca del “estancamiento secular” – la teoría de que las economías avanzadas se dirigen hacia un periodo de crecimiento aletargado y productividad estancada.

La teoría contrasta con la promesa de Trump de arrancar vigorosamente el crecimiento económico estadounidense con una mezcla de gastos de infraestructura, recortes fiscales y repatriación de empleos.

Para Gordon, las políticas de Trump llevarán a una inflación más veloz en una economía que ya está viendo presiones de salarios y escasez de mano de obra, dando pie a que la Reserva Federal incremente el ritmo de sus alzas en las tasas de interés.

“Es casi seguro que Trump no designará de nuevo a Janet Yellen porque, para el momento en que eso se presente dentro de un año, ella ya lo habrá hecho enojar elevando las tasas de interés”, comentó Gordon.

“La apreciación del dólar que viene con las tasas de interés más altas provocará un incremento en el déficit comercial y socavará su propio deseo de reducir el déficit comercial. Tendremos importantes impedimentos para que Trump alcance sus metas de crecimiento”, añadió.

El impacto de estas políticas sobre la economía global podría aún no estar contemplado del todo, de acuerdo con Eichengreen.

“Existe una posibilidad de que veamos un dólar considerablemente más fuerte, incluso en relación con los niveles actuales, que son altos”, dijo. “Y existe el peligro de que los mercados y el sistema financiero global no estén preparados para las consecuencias”.