¿Alguna vez ha recibido por correo electrónico publicidad de una empresa que nunca ha contactado? Una posibilidad es que sea víctima de “buenos” buscadores de información, pero también podrían estar vendiendo sus datos personales, advierte Luis Triveño, presidente ejecutivo de Proexpansión.
La consultora estima en su más reciente estudio que el costo de los ‘leads’ o señales de información para distribuir publicidad de manera efectiva -y captar nuevos clientes- puede elevarse hasta aproximadamente US$ 200.
Así, surge la tentación de invadir la privacidad de los usuarios, compartiéndose información entre empresas de un mismo grupo empresarial, o recurriendo a un mercado negro.
¿Cuándo hay un mal uso de los datos personales?
Como consumidores y usuarios de la web lo que hacemos es dejar huella de muchas cosas que hacemos y cuando contratamos un servicio o vas de viaje y llenas una ficha en un hotel, dejas tu teléfono, lugar de residencia, correo electrónico, entre otros. Y esa información puede ser utilizada posteriormente. Tú das la información con un fin único, pero los datos valen mucho dinero porque son poderosos para hacer una gran cantidad de actividades empresariales que son muy complejas, como la publicidad. Dado que son valiosos, existe el incentivo de pedirle más información al cliente de la que realmente se necesita.
El problema se produce cuando le das la información a alguien para un fin determinado y luego se utiliza para un fin distinto. Incluso, si estos datos son transferidos a una tercera persona se genera un problema. En el mundo ocurre que esta práctica ha tratado de regularse a través de la ley de datos personales. Pero también es cierto que las empresas necesitan datos para vender sus productos y servicios. Como la tendencia mundial es a respetar más la privacidad del consumidor, las empresas deben crear los incentivos para que la gente entregue voluntariamente su información. La ley dice que eres dueño de tu información y tú debes autorizar su uso.
¿Siempre que llega a un tercero es peligroso?
Si das información a una empresa para que se encargue de cuidar tu cuidar tu casa ¿Qué ocurre si transfiere los datos a una empresa de jardinería? Puedes argumentar que es bueno porque estás dando empleo al jardinero, y que esa brecha de información se llena porque los datos personales han sido compartidos, pero si tú no lo has autorizado está mal. Los consumidores tienen el derecho a reclamar. Pero mientras no exista una autoridad que haga cumplir la ley eso no va a parar.
La autoridad existe…
Sí, la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales, pero no recibe quejas. Lo que no se puede instaurar es un esquema por el cual los clientes entreguen sus datos como si firmaran un cheque en blanco, y brinden sus datos a una empresa y esta luego no sea capaz de rendir cuentas sobre el uso de la información.
Si eres consciente que vas a recibir un producto de mejor calidad, harás las sumas y restas, y decidirás si das o no la información. Por ejemplo, en el caso de los seguros vehiculares, los mejores conductores pagarían una prima menor. Ese es el esquema más sostenible que es imperante en economías modernas.
¿Entonces lo apremiante es una campaña informativa?
Lo primero que debe hacer el Estado es una campaña informativa, y ese es su rol porque da la ley, el reglamento, crea una autoridad, y debe brindar información. Haría mal si llena a las empresas de sanciones. Lo primero es sensibilizar a la población. Tan pronto se enteran que los datos son suyos y que tienen un gran poder, van a ejercerlo y van a poder acceder a mejores productos y precios.
Muchos expertos han criticado de ley de delitos informáticos por ser muy ambigua ¿Cuál es su posición?
El Perú está un poco atrasado en su capacidad para adaptarse a los tiempos, incluso en su marco legal. Más allá del contenido, bueno o malo, es muy difícil de regular este tema porque en el Perú no existen los principios más básicos de respeto a la privacidad de los datos personales. La norma puede terminar poniendo más obstáculos que los delitos que previene. Esa es la preocupación de las grandes empresas y es válida.
El comportamiento en la web es peligroso, especialmente para las personas que utilizan mucho las redes sociales. Si además tenemos un Poder Judicial al que le cuesta adaptarse a los tiempos, se está tratando de imponer una ley de primer mundo con una infraestructura local de tercer mundo. Ese choque genera incertidumbre y desconformidad. Lo básico es informar al consumidor que es dueño de sus datos, y tratar de persuadir a las empresas para que no usen los datos de las personas sin su autorización.
Como periodista, entiendo cuando me llegan notas de prensa al correo corporativo, pero me preocupa verlos en mi correo personal, y provienen de entidades del Gobierno…
Mucha publicidad que se envía masivamente utiliza información comprada. Quizás alguna vez diste esa información y entonces se empezó a multiplicar, pero lo trágico es que puede llegar al penal de San Jorge.
Es lado criminal es el que más asusta…
Sí, pero también hay un gran potencial para el uso positivo de los datos personales. Puedes conectarte con gente que tiene el mismo problema, y pueden expresar una idea juntos o hasta iniciar un emprendimiento. Otro punto es que cuando das información a las empresas estás expresando confianza. Si ese banco de datos permanece en las manos de unas pocas grandes empresas, hay barreras a la competencia. Pero cuando hay más confianza para entregar información a empresas que deciden salir al mercado, puede promoverse mayor innovación en la economía.