Siempre se ha dicho que el fútbol es pasión de multitudes. Por ello, a veces es difícil tener la “cabeza fría” al apostar sobre cuál será la selección que este sábado se coronará campeona de la Copa América.
Pero se puede actuar con frialdad declararon a Diario Financiero de Chile Marcelo Olivares (PhD Wharton) y Patricio Eskenazi (MPP Universidad de Chicago), investigador y colaborador, respectivamente, del Centro de Inteligencia de Negocios, Ingeniería Industrial, de la Universidad de Chile.
Ambos han desarrollado un modelo predictivo que entrega probabilidades de los resultados de distintos partidos.
Según explicó Esquenazi al Financiero, “en una apuesta lo importante no es apostar al favorito, sino comprar probabilidades baratas, aun cuando el conocimiento deportivo sugiera otra cosa”.
Pone como ejemplo el partido que jugó Argentina contra Paraguay para definir cuál pasaba a jugar la final contra Chile. El modelo desarrollado por los académicos predecía un 63% de probabilidad de triunfo para el equipo argentino. Sin embargo, el mercado de apuestas (en este caso utilizando datos de www.bwin.com) sólo pagaba 1.3 veces lo apostado.
De esta manera, explican que si se confiaba en el modelo predictivo se podía calcular la ganancia que se podía obtener si se apostaba a Argentina una cantidad equivalente a 100. La ecuación tendría que ser la siguiente: 1.3 (veces que se pagaba por lo apostado) x 100 (cantidad apostada) = 130; 63% (probabilidad de que Argentina ganara) x 130 = 82. Esto quiere decir que de haberse apostado 100 a Argentina ganador, solo se hubiera podido obtener un retorno de 82, lo que es una pérdida de 18, indicó Esquenazi.
Las otras combinaciones, en cambio, entregaban un valor esperado positivo. La probabilidad estimada para el empate era de 22% y para el triunfo de Paraguay, 15%. El mismo sitio de apuestas bwin.com pagaba 5.5 y 10, respectivamente, lo que generaba una utilidad esperada de 21, en caso de empate, y 50 si Paraguay ganaba.
Los especialistas aclaran que siempre se deben considerar factores especiales para decidir si “creerle al modelo” a la hora de apostar, como la condición de los jugadores o cambios en las estrategias de los equipos, que el modelo no incorpora en la predicción, pero que el mercado de apuestas sí considera.
Respecto a la participación de la selección de Chile en la Copa América, los profesores se preguntan qué pasaría si el modelo recomienda apostar en contra de su país. “Muchos no querrían hacerlo, porque lo sentirían como una traición”, señaló Olivares.
Y en el mundo de las inversiones (decisiones racionales) se les dice “hedge” o cobertura, explica el experto, “por lo que apostar contra la selección nos podría enfrentar al mejor escenario posible. Esto porque si Chile gana, los chilenos somos felices. Pero si Chile pierde, por lo menos ganamos algo de dinero. Con ambos resultados generamos felicidad. Lo contrario pasaría si apostamos en favor de Chile. O somos doblemente felices o doblemente tristes. Esto es contrario a lo que sabiamente se recomienda de no poner todos los huevos en la misma canasta”, dijo Olivares a Diario Financiero.