Las termoeléctricas penden de un hilo, debido a la demora de la ampliación del gasoducto de Camisea. Entre las centrales existentes, hay varias que no tienen contratado el total del transporte de gas y las dos nuevas plantas tienen solucionado “parcialmente” el problema, informó el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES). Sin embargo, descartó que ello afecte el servicio y se produzcan cortes de luz.
“Los porcentajes de gas que le faltan a las centrales son muy pequeños y algunas están obteniendo gas del mercado secundario. Y las dos nuevas plantas (Fénix y Termochilca) pueden funcionar en un buen porcentaje de su capacidad. Por la falta de ducto no se dejará de generar grandes cantidades como para que afecte el servicio. Esa no es la situación”, garantizó el presidente del COES, César Butrón.
Explicó que el problema se concentraba en los proyectos nuevos, porque dependían de la ampliación del gasoducto de Camisea, pero esta situación se resolvió “parcialmente” cuando la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) encontró una capacidad adicional de 80 millones de pies cúbicos diarios, optimizando su sistema.
“Con Fénix y Termochilca era el problema, porque se iban a dejar de incorporar unos 700 Megawatts, pero el Gobierno les asignó ese gas adicional de TGP. Es decir, el problema no existe”, sostuvo Butrón.
El cuello de botella vendría después. “El problema sería para algún proyecto adicional que quisiera tener gas, pero al momento no hay ninguno avanzado, que se haya detenido por este problema”, dijo.