BUENOS AIRES, (Reuters).- Argentina está negociando los últimos detalles para recibir un crédito de 1.000 millones de dólares del banco de inversión Goldman Sachs, dijo el domingo el diario oficialista Página/12, en lo que sería el primer préstamo internacional importante tras un default de más de una década.
El Gobierno de la presidenta Cristina Fernández necesita divisas para evitar una mayor devaluación del peso. Página/12 dijo que el crédito de Goldman Sachs, que sería anunciado en los próximos días, tendrá una tasa de interés de un 6.5% anual, con un plazo de dos años.
“El Gobierno buscará que el ingreso de esas divisas sea leído como el inicio de un nuevo proceso de recuperación de las reservas, que se completará con la liquidación de la cosecha de granos a partir de abril”, dijo el diario citando a una fuente oficial que no identificó.
El Ministerio de Economía difundió el domingo un comunicado en el que no se refirió directamente al préstamo de Goldman Sachs, pero dijo que recientemente recibió ofertas de financiamiento de otros bancos internacionales a tasas accesibles. “En las últimas semanas, (…) diversas entidades financieras han presentado propuestas para acceder a financiamiento externo a plazos y tasas de interés alineadas con las ofrecidas a otros países de la región”, señaló la cartera.
En la nota, el Gobierno también ratificó sus planes de no emitir deuda en moneda extranjera. Representantes de Goldman Sachs contactados por Reuters se negaron a formular comentarios sobre el tema. Según Página/12, Argentina está negociando créditos también con otros bancos internacionales.
Los dólares escasean en el país sudamericano debido a una fuga de capitales, la debilidad de sus exportaciones por un tipo de cambio artificialmente elevado y una menor competitividad por una alta inflación.
Argentina ha intentado controlar la salida de dólares, pues no tiene acceso al mercado internacional de capitales desde su gigantesco incumplimiento de deuda en el 2002.
Las reservas en dólares de Argentina han caído alrededor de un 30% durante el último año, cuando el Banco Central intervino casi diariamente en el mercado de divisas para tratar de evitar una devaluación que se produjo a comienzos del 2014. El Gobierno también utiliza reservas del Central para cubrir pagos de deuda en moneda extranjera.
Hace dos semanas, Moody’s rebajó la calificación crediticia soberana de Argentina a “Caa1” desde “B3”, argumentando que la significativa caída en las reservas elevaba el riesgo de que el país incumpla el pago de sus obligaciones en moneda extranjera.
“Otro objetivo del Gobierno para cerrar el crédito con Goldman Sachs es demostrar a los actores económicos locales y del exterior que la estrategia emprendida hace seis meses de disipar tensiones en el frente externo va dando resultados”, dijo Página/12.
En los últimos meses el Gobierno de Fernández cambió de estrategia para mejorar su imagen ante entidades financieras internacionales, a las que antes criticaba por considerarlas responsables por la crisis económica del 2001-2002 que llevó a la mayor cesación de pagos en la historia de Argentina.
HOJA DE RUTA
Página/12 también publicó el domingo algunos puntos de lo que describió como una “hoja de ruta” del Gobierno para lograr más financiamiento de bancos internacionales y cerrar el 2014 con una inflación inferior al 30%.
“Tenemos que recuperar financiamiento externo”, dijo el diario citando un colaborador del ministro de Economía, Axel Kicillof. “Esto significa tener líneas de créditos con otros bancos, operaciones de swaps de monedas (…) Mostrar señales fuertes de voluntad de pago para luego poder pedir prestado”, agregó.
La estrategia incluye recuperar la credibilidad de sus indicadores.
Tras reportar una inflación de un 10.9% en el 2013, menos de la mitad del cálculo realizado por economistas independientes, el Gobierno adoptó en febrero un nuevo índice elaborado con asesoría del Fondo Monetario Internacional (FMI), que arrojó una inflación de un 3.7% para enero 2014, la mayor desde mayo del 2002.
Página/12 dio además detalles sobre las negociaciones para cancelar una deuda de cerca de US$ 9,500 millones con el Club de París, al cual Argentina hizo una oferta a principios de año. “Nosotros fuimos con otra propuesta, que aceptaron: un plan de pagos sin fondos del FMI y pedir líneas de crédito de los países a quienes le debemos”, dijo el diario citando a su fuente oficial no identificada.
“Ahora estamos discutiendo la tasa de interés, el plazo de pago y el piso y el techo del monto del primer pago”, añadió.
Según el reporte, el Gobierno buscará además bajar el ritmo de la devaluación del peso, una medida imprescindible para bajar las elevadas tasas de interés, pero sin un esquema de ajuste a la inflación.
“No habrá una ‘escalerita’ en el tipo de cambio, y no seguirá a la inflación con un crawling peg pasivo (miniajustes de la paridad)”, dijo Página/12. “Habrá imprevisibilidad sobre el tipo de cambio para tener control del mercado y sobre la paridad”, sostuvo.
Tras la fuerte devaluación registrada en enero del 2014, la cotización del peso argentino actualmente ronda los 8 pesos por dólar.