(Bloomberg) Entre todas las promesas hechas frente al altar, las parejas rara vez se comprometen a contarle a sus nuevos cónyuges qué está sucediendo en sus cuentas bancarias.
Por consiguiente, un 33% de los recién casados se sorprenden al enterarse de la situación financiera de su pareja y un 36%no tiene idea sobre los hábitos de gastos de su cónyuge, según una reciente encuesta a estadounidenses realizada por la firma de seguimiento de créditos Experian.
Al consultarlos sobre el monto máximo que gastarían antes de discutirlo con sus parejas, los hombres respondieron US$ 1,259. Las mujeres dijeron US$ 383. Los hombres estaban más propensos a esconder dinero de sus esposas: cerca de un 20% tenía cuentas financieras secretas que sus parejas no conocían, en comparación al 12% de las mujeres.
Experian realizó su encuesta online, entre 1,002 adultos estadounidenses casados el año pasado, desde el 21 de enero de 2015 al 1º de febrero de este año.
“Podrían ser las personas que tienen un mayor salario las que mantienen un secreto”, dijo Michael Slepian, investigador posdoctoral de la Columbia Business School especialista en confidencialidad. “Tiene sentido para mí que los hombres mantengan esos detalles financieros más en secreto porque considero que las mujeres revelan más a otras personas”. Un 49% de los encuestados se identificó como hombre y un 51% como mujer. La encuesta no preguntó a los participantes si mantenían una relación heterosexual o con parejas del mismo sexo.
A pesar de la importancia de una calificación crediticia saludable para esta etapa de los recién casados en que pretenden comprar un vehículo familiar o su primera vivienda, solo un 40 por ciento conocía la calificación crediticia de su pareja antes de contraer matrimonio. Un 56% de los encuestados concordó con la declaración: “Antes de casarme, tenía en cuenta cómo la calificación crediticia de un cónyuge potencial podría afectar mis finanzas”.
Las calificaciones crediticias fueron fuente de tensión matrimonial para un 39% de los recién casados, mientras 19% necesitó un aval después de casarse, cerca de un tercio debido a la falta de solvencia crediticia.
Las deudas no se discutieron en detalle antes del matrimonio, y un 31% de los encuestados no conocían los saldos de créditos estudiantiles de sus parejas.
Independientemente de que la información financiera ocultada a una pareja se centre en el crédito, el salario o la deuda, Slepian dijo que mantener la información en secreto puede dañar la relación de los recién casados: “La gente comúnmente cree que revelar un secreto tendrá consecuencias negativas, pero guardarlo y revelarlo después no mejorará las cosas”.