Préstamos grupales: procure que sean su último recurso

En este tipo de créditos no basta con cumplir su parte, debido a que deudas de terceros pueden perseguirle.

Especial Tu Dinero. Endeudarse no siempre es malo. De acuerdo con especialistas en finanzas personales, sacar un crédito puede ser algo bueno siempre y cuando sea para algo productivo, o bien, para reducir el estrés financiero que provoca una compra de gran costo.

Sin embargo, los préstamos grupales se hallan en otro espectro dado que, sin importar a qué se destinen, suelen suponer un problema para sus partícipes si no existe una organización cuidadosa.

Como su nombre lo indica, los préstamos grupales son financiamientos que se otorgan a un conjunto de personas. El monto y las tasas de interés son obligación de todas las partes, y cada uno de los involucrados funge como aval del otro.​ En la mayoría de los casos se presta desde S/ 300, y pueden ser desde cinco hasta 30 integrantes. ​

“Los riesgos son muy altos, es un proceso bastante complicado debido a que hay muchos factores que están en juego y cualquiera puede fallar, desde uno mismo como integrante del grupo que ya no pueda pagar, a que uno o varios lo dejen de hacer, ese es el punto más importante de este asunto”, explicó Ángel González Badillo, director general de Defensa del Deudor.

Las microfinancieras, agregó, son las entidades que otorgan este tipo de préstamos, dado que tienen un target de personas que no tienen acceso al sistema financiero convencional, no cuentan con un historial crediticio o tienen uno con mal registro.

“En la banca comercial, los bancos grandes casi no ofrecen este tipo de líneas de crédito. Los bancos perciben el mismo sistema estandarizado de líneas de crédito al consumo: líneas personales, tarjetas de crédito, créditos de nómina, ese es su negocio”, detalló.

Estos préstamos, indicó González Badillo, preferentemente no deberían ser una opción de financiamiento debido a sus condiciones.

No obstante, si usted se decide por estos créditos, es recomendable que les saque el máximo provecho.

“El punto de una línea de crédito no es para que te vayas de paseo o compres electrónicos para tu casa; básicamente debe ser para hacer crecer tu patrimonio de alguna forma. Estos créditos grupales precisamente se colocan para que las personas inicien o fortalezcan su negocio, y no para otra cosa, porque al rato ni negocio ni dinero tendrán para pagar”, enfatizó.

Negociaciones con maña

Como se mencionó líneas arriba, cuando una persona entra en este esquema de préstamos funge como aval de los demás integrantes, por lo que si alguien deja de pagar, el cobro extrajudicial perseguirá a todos los acreditados.

Esta situación es aprovechada por algunos departamentos de cobranza, quienes engañan a los usuarios al asegurar que si pagan la parte del préstamo que les corresponde quedarán libres de responsabilidades.

“Es una estrategia común por parte de los cobradores en la que le dicen a uno de los integrantes que si paga su parte con eso se liberaría de pagar el resto de los demás integrantes. Eso es falso. Va a liquidar su parte y después le van a requerir lo demás, no se pueden zafar de esta obligación”, advirtió González Badillo.

Por ello es importante tener claro que solamente el acreedor puede liberarle de dicha obligación y que esto tiene que hacerse por escrito.

“Si les prometen esto no les crean, nunca sucede. La gente en ocasiones confía, pide prestado, y al rato le cobran también la diferencia porque los cobradores andan con todo en ese esquema”, amplió.

Diario El Economista
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)

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