Figurar en una Central de Riesgo puede ser entendido como algo perjudicial, sin embargo, ello no es así necesariamente, explicó Rafael Montoya, gerente general de AIT Group.
Asimismo, en épocas de una desaceleración de la economía como la que ocurre actualmente, las entidades financieras han reportado un incremento en la morosidad crediticia, por lo que es preciso conocer cuáles son las implicancias del reporte en las centrales de riesgo.
Cualquier persona (natural o jurídica), desde el punto de vista financiero, puede tener activos o pasivos, explicó Montoya.
Así, los activos de una persona, se refieren a sus propios fondos (dinero) expresados en cuentas bancarias (ahorros, corrientes, especiales y similares).
En tanto, los pasivos son los créditos de fondos obtenidos (en sus diversas modalidades, hipotecarios, vehiculares, capital de trabajo, empresariales, entre otros), anotó.
El activo financiero para una persona constituye un pasivo para la institución financiera que recibe dichos fondos pues sobre ellos debe pagarle una retribución denominada interés.
A su vez, el ejecutivo indicó que este pasivo financiero de una persona (préstamo) representa un activo para la institución financiera que otorgó dichos fondos (generalmente en forma de créditos) lo que le genera una retribución en forma de intereses a dicha entidad.
Niveles de riesgo
Ahora bien, agregó, existen cinco niveles de calificación del comportamiento crediticio:
- NORMAL: cumple obligaciones dentro de los 30 días
- CON PROBLEMA POTENCIAL: tiene retrasos en sus obligaciones entre 31 días y 60 días
- DEFICIENTE: tiene retrasos en sus obligaciones entre 61 y 120 días
- DUDOSO: tiene retrasos en sus obligaciones entre 121 y 365 días
- PÉRDIDA: tiene retrasos en sus obligaciones mayores a 365 días
Así entonces, explicó, figurar en una central de riesgo y su apreciación dependerá del comportamiento de pago que tenemos; si es puntual, nuestra calificación será NORMAL y ello es bien visto, frente a los acreedores.
De otro lado, tener atrasos en nuestras obligaciones crediticias, desmejora nuestra calificación lo cual será evaluado por las entidades al momento de analizar al titular correspondiente.
Cada una de estas entidades tiene su forma de calificar el comportamiento de pago de los deudores siendo los más conocidos los denominados scoring (se establece un puntaje de 0 a 1,000 en donde un mil es muy puntual y cero es muy impuntual), aseveró.
Asimismo, el semáforo se utiliza los colores rojo, ambar y verde para calificar el comportamiento crediticio, dijo.
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