La tarjeta de crédito funciona como un excelente medio de pago, pues no solo evita trasladar efectivo por razones de seguridad, también permite acceder a una serie de beneficios y ofertas, sin embargo, ésta no debe utilizarse para efectuar compras que no podrán afrontarse con los ingresos mensuales. Así lo explicó Patricia Foster, gerente de Gestión de Experiencia del Cliente del BCP.
“Lo ideal es usarla y tratar de pagar lo máximo que se ha consumido en el mes cuando llegue la fecha de pago (…) Si pagamos más del mínimo de lo que nos viene en el estado de cuenta, vamos a ir pagando nuestra deuda más rápidamente, y pagaremos menos intereses”, sugirió.
Aunque lo recomendable es efectuar pagos cotidianos (un almuerzo, compras de la semana, entre otros) con una tarjeta de débito, Foster aclaró que mientras el cliente cancele dichos pagos a fin de mes no está realizando un mal uso de la tarjeta de crédito.
Asimismo, la especialista aconsejó a los clientes de las distintas entidades bancarias revisar constantemente su estado de cuenta para conocer de manera oportuna las tasas de interés que deberán pagar por los consumos realizados.
De otro lado, precisó que no todas las tarjetas de crédito cobran membresía, pues explicó que alrededor de 100.000 usuarios del BCP no pagan por este concepto. “Si no quieres un servicio adicional tienes una tarjeta que no cobra membresía”, indicó.
Malas prácticas
La gerente de Gestión de Experiencia del Cliente del BCP descartó que usar la tarjeta de crédito para “sacar dinero en efectivo” sea una buena práctica.
“El problema está en si vamos a financiar tu almuerzo o las compras del supermercado, ése es un mal uso (del dinero plástico como medio de financiamiento)”, añadió.