Cómo funciona y por qué invertir en acciones

Especial TU DINERO. ¿Cómo funciona el mercado accionario? No hay misterio aquí: como cualquier mercado en el cual los precios se fijan de acuerdo a la oferta y la demanda que haya en ese momento.

¿Cómo funciona el mercado accionario? No hay misterio aquí: como cualquier mercado en el cual los precios se fijan de acuerdo a la oferta y la demanda que haya en ese momento.

Uno podría pensar en algo parecido a una subasta. Los objetos que se comercian ahí no pertenecen a la casa de subastas, sino a personas que quieren venderlos. La casa de subastas sólo se encarga de organizar el evento, de juntar a los vendedores y a los compradores interesados en un mismo lugar. No existe un precio fijo para ningún objeto: el precio al que se termina traspasando es al que está dispuesto a pagar la parte vendedora.

En ocasiones hay un costo mínimo que el vendedor está dispuesto a aceptar. Si no se alcanza, el objeto simplemente no se vende.

El mercado accionario funciona de manera similar. Los que están interesados en vender sus acciones las ofrecen y los compradores pujan por ellas. Las casas de Bolsa son los intermediarios a través de los cuales se ponen las ofertas. hoy en día las transacciones no se realizan en ningún lugar físico, sino vía remota a través de medios electrónicos.

¿Cómo se determinan los precios de las acciones? ¿Por qué suben o bajan?

Como ya vimos, el costo al que se cierra una transacción depende de cuál es el menor precio que el vendedor puede aceptar y de cuánto está dispuesto a pagar el comprador por ese título.

Si la acción es muy comerciada —muy bursátil—, habrá muchas posturas y su precio estará moviéndose constantemente. Cuando no lo es, o sea que hay muy pocas ofertas, el movimiento tenderá a ser menos frecuente pero más brusco.

Existen muchos factores que hacen que el precio de las acciones cambie, pero no todos ellos pueden explicarse de manera racional. En muchos casos se mueven con base en las expectativas. Por ejemplo el precio de la acción de una empresa puede bajar de precio incluso si reportó resultados muy positivos, si es que el mercado esperaba todavía más. Hay mucho ruido de corto plazo y gran cantidad de personas reaccionan a noticias, aun si parecieran no estar relacionadas directamente con la empresa o su mercado, pero sí con la economía en su conjunto. Porque las expectativas cambian.

Otras personas, en realidad, buscan determinar el valor justo de una acción. ¿Cuánto debe valer esta compañía? Desde luego la valuación depende de muchas cosas, incluyendo también las expectativas hacia futuro. Entonces compran si piensan que el precio del mercado está “barato”, es decir si piensan que las acciones de la compañía valen más que el precio que se cotiza en esos momentos. O venden si piensan que el mercado está sobrevalorando a esa empresa.

Pero también hay inversionistas que compran o venden acciones basándose en emociones tales como el miedo, y no porque es la acción “lógica” en un momento determinado. Otros exhiben mentalidades de “manada”, basando sus decisiones de compra o venta en lo que todos los demás están haciendo. Por eso escuchamos algunas veces que el mercado está “sobrerreaccionando”.

Los precios que se publican en los periódicos especializados, como El Economista, son los que corresponden a la última transacción realizada en el día anterior (se conoce como el “cierre”). Pero también se puede revisar el volumen de acciones que se negoció, así como los precios máximos y mínimos que tanto compradores como vendedores estuvieron dispuestos a aceptar.

No olvidar que somos socios

A pesar de todo ello, debemos recordar que cuando compramos una acción nos convertimos en dueños de una parte de esa empresa. Es decir, somos socios.

Entonces, a pesar de la volatilidad que pueda tener el mercado, de los movimientos en los precios, a la larga el desempeño de esa acción estará muy ligado al que ha tenido la empresa. Si esa empresa crece y cada día es más rentable, es decir: genera valor, eso tarde o temprano se verá reflejado en el precio de su acción. Pero si a esa empresa le va mal, sucederá lo mismo con su precio.

Por eso es importantísimo saber en qué empresas estamos invirtiendo y qué esperamos de ella. También lo es diversificar la parte que hemos determinado invertir en este mercado. Para quien empieza y no tiene mucho conocimiento o recursos, una forma muy sencilla de hacerlo es hacerlo a través de instrumentos indizados, es decir que repliquen la composición y el comportamiento del Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores (también hay otros índices y subíndices, pero éste es el principal).

Diario El Economista de Mexico
Red Iberoamericana de Prensa Economica

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