1.Tarjeta vs efectivo
El ‘plástico’, sostuvo Guillén, es una salvación si no dispongo de efectivo o la tienda no lo acepta. Pero se debe planificar de la mejor manera y solo una vez (No en cada oportunidad que voy al supermercado). “Si el plazo del préstamo es a un año o más, siempre estaré descalzado, nunca terminaré de pagar. El período razonable es entre 6 y 8 meses”, señaló en Canal N.
2.Mirar la TCEA
A veces el banco te incentiva con una TEA muy baja, pero es más importante la TCEA, que sale en “las letras chiquitas”, y es mayor en 6 o 7 puntos (700 puntos básicos) porque incluye “muertos y heridos”: comisiones, seguros y otros pagos.
La SBS –afirmó Guillén- no ha demostrado transparencia en la información. “Muchas empresas comerciales pueden ofrecer una TEA de 20%, pero la TCEA puede llegar a 80%. Yo reviso comparabien.com, pero en realidad las instituciones públicas deberían brindar esos datos”, aseveró.
3.Flujo de caja
Con mi gratificación puedo preparar un flujo de caja para los próximos seis o siete meses y así terminar de pagar en julio. Si pierdo toda mi liquidez en Navidad, advirtió, no podré cubrir los gastos corrientes necesarios. Los pagos, según el docente de ESAN, deben representar un máximo del 30% de los ingresos brutos. “Eso sería una deuda sana y sostenible”, acotó.
4.Prepagar
Con los excedentes de efectivo se pueden pagar por adelantado algunas deudas y evitar acumular mayores intereses.