René Jaime deja entrever cuánto disfruta de aceptar desafíos organizacionales para darles nuevos rumbos de crecimiento. Sus cinco años en Crediscotia –donde fue responsable directo de una colocación de más de S/ 3,000 millones a partir de un banco golpeado– lo avalan y lo autorizan para compartir la fórmula del éxito transformacional en tres variables: escuchar al interior de la organización y obtener el compromiso de las personas, trazar una visión común con ellas, y diseñar una estrategia y acompañarla con una buena ejecución.
Desde que llegó a Banco Ripley en el 2014, ha logrado superar los S/ 1.500 millones en cartera, S/ 70 millones de utilidades netas y una rentabilidad de capital de 38.92%, uno de los mejores desempeños de la industria en el 2015.
“Un proceso de transformación debe tener tres focos: el primero, en tu propia gente; el segundo, en los clientes; y tercero, en los no-clientes”, asegura el ejecutivo. En esta fase, Banco Ripley busca poner el foco en sus clientes.
El cliente al centro¨
“Los proyectos del plan estratégico es lo que más tiempo ocupa en los comités gerenciales, porque tenemos un modelo de seguimiento muy riguroso”, explica Jaime, y anota, como ejemplo, su seguimiento a los proyectos asociados a la simplificación de la experiencia del cliente, que es uno de los dos focos que tienen para el 2016 en su plan estratégico de cinco años: Plan 100 (2014 -2018).
“Si hay desviaciones, entramos al alto mando de la empresa para despejar el camino y permitir que los proyectos fluyan. Por ejemplo, si surgen normativas y requerimientos regulatorios de fondo que compiten por la capacidad instalada actual, tenemos una organización flexible que se reestructura para cumplir con ambos frentes”, explica.
“Nuestro índice de Net Promoter Score (NPS), que contrasta el mundo de los promotores con los detractores, nos ha revelado una evolución positiva muy significativa”, explica Jaime, y lo destaca como el primer indicador que muestra que van por el camino correcto.