La Asociación de Bancos (Asbanc) busca hoy fortalecer la comunicación entre las entidades financieras y el consumidor. Así, la banca reconoce que para “crecer sanamente, tiene la responsabilidad de hacer que sus productos y servicios sean más sencillos de entender”, dijo Fernando Arrunátegui, presidente del Sistema de Relaciones con el Consumidor del gremio.
Este “crecimiento sano”, explicó el ejecutivo, responde a que “no es negocio para la banca tener consumidores sobreendeudados. Esta es una “visión miope y desterrada por los gerentes generales de los bancos; ellos quieren crecer con un consumidor que use los servicios financieros de acuerdo a sus posibilidades”, agregó.
Puesto que nuevos consumidores, provenientes de los sectores socioeconómicos más bajos y menos educados, han ingresado al sistema financiero en los últimos diez años, la educación financiera se vuelve “urgente”, aseguró Arrunátegui.
Simple pero difícil
La Encuesta de Cultura Financiera de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) revela que uno de cada tres peruanos puede calcular cuánto genera S/. 100 en un año a una tasa de interés simple del 2%. “La proporción de respuestas correctas aumenta en los estratos más altos, pero desciende en las capas más bajas hasta llegar a ese promedio”, detalló el especialista.
“Si accedo a los servicios financieros sin comprender qué estoy aceptado o cómo manejarlo, es muy probable caer en problemas”, advirtió Arrunátegui. Esta deficiencia parte también de un problema educativo estructural: el Perú ocupa los últimos lugares en las pruebas de cálculo matemático de estándares internacionales, como las pruebas PISA.
Prioridades
Visto así, el Ejecutivo considera que uno de los primeros retos es que el consumidor vea al ahorro, en lugar del dinero plástico, una de sus prioridades. “Las cuentas de ahorro son como un historial financiero”, agregó. El siguiente punto es entender que el “crédito cuesta” y no siempre es igual en todos lados.
El tercero sería revisar las condiciones de los contratos. “Por la premura, muchos firman pero no leen. Por más simple que sea un contrato, si no lo lee, no sabe a qué se enfrenta”, advirtió. El último punto es “hacer presupuesto”, ya que se evitaría usar la tarjeta de crédito para financiamientos costosos.
Arrunátegui adelantó que, como parte de la campaña “Hablemos más simple”, los bancos renovarán la redacción de sus contratos para el 2013, y han considerado incluir gráficas para facilitar su comprensión. ¿Es urgente atender esta situación? Según cifras de Asbanc, la morosidad promedio en las tarjetas de crédito de bancos es 4.29% hasta setiembre, mientras que en el 2011 llegó solo a 3.84%.