En este sentido, la reparadora de crédito enlista tres deudas a evitar en algún viaje de vacaciones:
1. Deuda diferida a meses. Estamos en la recta final del 2015 y seguramente no quiere comenzar un nuevo año con deudas.
Piense dos veces antes de hacer sus compras con esta modalidad, a menos de que esté seguro de que puede cubrirlas.
Confiarse de que ya viene la gratificación no es excusa para derrochar.
2. Robo de identidad. Esto se refiere a los pequeños cargos sospechosos en el estado de cuenta, los cuales debe reportar cuanto antes, ya que alguien podría usar su crédito en una cantidad mucho mayor.
Asegúrese de que el establecimiento donde está comprando pida identificación a sus clientes antes de una transacción, así como de preguntar por su razón social para que le sea más sencillo identificar su compra.
3. Deuda acumulada. Esta deuda es sin duda la peor de todas y la que afecta a una buena parte de las personas.
Cuando a una persona ya no le es posible cubrir ni el mínimo de su deuda, recurre a sacar un crédito para sostener la otra. Sin embargo, no considera que éste es sólo un remedio momentáneo, ya que al término del mes se verá inmerso en dos deudas que no son costeables.
Diario El Economista de México
Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE)